viernes, 22 de marzo de 2013

Instantáneas al amanecer ---




Otra noche se aleja

Sobre el horizonte

Entre las olas del cielo

Fulgores palpitan


Nubes de silencio

Blanco rumor de neblina

Al ras del agua la fría

Calma se disemina


Lenguas de mar

Rondan la orilla

El viento silba acordes

De arena y cenizas


Se prende fuego

El lento amanecer

Aves con alas de brisa

En el pinar anidan


Entreabre sus ojos el día

A solas conmigo

Entre instantáneas

De mí volví a ser testigo





martes, 19 de marzo de 2013

Sobre "Crónicas" - Volumen 1 de Bob Dylan


Releía “Crónicas” intentando desentrañar cómo hace Dylan para diseccionar los fragmentos de la realidad, de su percepción y también de su invención, es decir los materiales con lo que después compone su obra, cuando caí en la cuenta que en esas páginas (publicadas un año antes) el tipo casi que había presagiado el huracán Katrina que devastó Nueva Orleans en 2005. Lean sino la página 214 del original, publicado por Simon And Shuster el 5 de octubre de 2004, y no me vengan con que yo endioso a Dylan o con que exagero.

Piensen, además, si habrá sido casualidad que días después de la devastadora tormenta (U2, Rod Stewart, Alicia Keys, Neil Young, Foo Fighters, Paul Simon, Dixie Chicks, Dr. John, Garth Brooks, Sheryl Crow y otros artistas) participaran en un festival denominado “Shelter From The Storm” a beneficio de los sobrevivientes del Katrina. Perdonen tan ingenua digresión, pero sólo estoy refiriendo hechos concretos, absolutamente verificables, aunque seguramente opinables. Nada más. Nada menos. Igual lo que yo quería contar no era eso.

Releía “Crónicas” cuando una vez más comprobé que Dylan es una especie de Prometeo que no sólo se reinventa constantemente sino que obliga a rememorarlo, como en este caso, al revisitar sus memorias contenidas en el primer volumen de su anunciada trilogía.

Está claro que mi memoria desvirtúa, que el Alzheimer viene ya tocando a mi puerta mientras hago como que no estoy, a la espera de que se vaya y que jamás regrese, pero la propia literatura de Dylan es un ser viviente, en constante estable cambio y transformación, algo como el texto serpiente de Baudelaire. Digo esto porque me hubiera jugado la vida que era en “Crónicas” que Bob relataba su encuentro con el indio Rolling Thunder. Pero no. En esta relectura me encontré con que era Sun Pie de quien hablaba, un viejo de rostro curtido con rasgos eslavos y que de indio no tenía nada.  

Sun Pie, cuenta Bob, tiene una cabaña llamada King’s Tut’s Museum en Raceland, cerca de New Orleans, donde vende bagatelas, antigüedades y cosas raras que la gente ha desechado por los caminos. Sun Pie puede venderte allí cualquier cosa de casi cualquier lugar del mundo, no sé, el vestido azul de la becaria Lewinsky en el que Clinton dejó un lamparón con su ADN presidencial, una lata de Zyklon B a la que alguien ingenuamente (o no) le hizo una ranura para usar como alcancía, afiches de Mao, Brigitte Bardot y Carmen Miranda, la guitarra criolla con la que el Sundance Kid cantó zambas y chacareras en Cholila, y hasta la tabla del inodoro en la que Perón estaba sentado cuando tomó la decisión de echar a los Montoneros de la Plaza de Mayo.

No sé, pero Sun Pie es de los que piensan que a cualquier persona le podés vender lo que sea que antes le hayas hecho creer. Siempre se encuentra a alguien que más tarde o más temprano, aquí o allá, necesita creer en cualquier cosa. Tal vez también por eso es que creí, durante todo el tiempo entre la primera y la tercera lecturas de “Crónicas”, que Bob contaba allí su encuentro con el indio Rolling Thunder. 

lunes, 18 de marzo de 2013

Nada más desnudo que el silencio


Nada más desnudo que el silencio 
Ése espejo ciego, vacío de reflejos
Nada más desnudo que el silencio
Delineando el aire con pétalos de cielo
Nada más desnudo que el silencio
Cubriéndolo todo con su manto
Raído de estrías de transparencias
De invisibles hebras de niebla
Como sinuosa analogía de tu ausencia
Nada más desnudo que el silencio
Que se adentraba en mi boca, con tu aliento
Esa pátina de luz que hasta erizaba el viento
No hay nada más desnudo que el silencio

miércoles, 27 de febrero de 2013

Príncipe de la Luna (Fé en la Duda)


Príncipe de la Luna
En quien creo, si es que creo en alguien
Príncipe del Palacio de la Noche
El propio Buda nos enseña a venerarte

Mientras hurgo en mi fe, mi bala de plata
Mi horizonte, mi verdadero interrogante
Dejo en dudas lo real
Sin coartada alguna
La fe es animarse a dudar
A tener fe en la duda
Mi fe es una bala de plata
¡Príncipe de la Luna!

Mientras las mareas de mi corazón
Se elevan, bajan, ofenden y veneran
La noche es una travesía de estrellas fugaces
Un manto que se despliega a cada instante
La fe es animarse a dudar
A tener fe en la duda
Mi fe es una bala de plata
¡Príncipe de la Luna!


jueves, 21 de febrero de 2013

La, la, la... ---

La, la, la...
El destino no es el final  
Sino apenas 
El comienzo del camino

No es un lugar
Al que alguna vez
Vayas a llegar
Sin antes andar
La, la, la…

El destino es el camino
Por el que vos decidís
Escapar o caminar

No es un logro
Que vos puedas
Conseguir
Sin tener que vivir
La, la, la…

El destino es ahora
El futuro es el camino
De donde venimos

La respuesta es 
Adónde vamos
La pregunta es
Qué hacemos
La, la, la…


miércoles, 20 de febrero de 2013

Poema para Georgia

A Georgia O'Keeffe

La sed lame tu piel
Hace brillar
La tibia brisa
Que desprende tu sonrisa

Tu cuerpo es un sol
En carne viva
Tus labios irradian
Como un néctar de agua sedienta

Mi boca es un mar
Que quema
Una Babel de fluidos
Haciéndose luz entre tus piernas

Mi lanza escarba
En tu herida
Irme en vos

Es volver de alguna otra vida

Tus ojos se nublan
Semen de cielo
Yo no despertaría
Aunque fuésemos un sueño

sábado, 9 de febrero de 2013

Destino incierto


Es probable que ya todo haya sido contado 
Pero aún se me ocurren demasiadas formas 
Para ir contando. Las mismas ideas, miserias 
Los mismos desvelos. Nada nuevo. Es cierto 
Lo que se cuenta vale hoy cómo se lo cuenta 
Qué paleta o qué pluma sino la tuya? Piensa 
El mismo sentimiento, mismo destino incierto

lunes, 4 de febrero de 2013

Robert Johnson y Arthur Rimbaud


La contribución de Robert Johnson difícilmente pueda ser alguna vez sondeada. Frecuentemente su obra aparece mencionada como corta. Es probable que sea válido utilizar tamaño adjetivo. Pero lo que nunca se le podrá aplicar es un sinónimo como fugaz, mucho menos transitorio o efímero, tal vez sí lacónico, pero jamás limitado o insignificante. Más bien todo lo contrario.

Los 29 blues compuestos por Robert Johnson, así como los tres o cuatro volúmenes que reúnen la prosa, la poesía y las cartas de Arthur Rimbaud, aunque pudiéramos convenir que no conforman lo que llamaríamos obras extensas, y puesto que no dejan de ser decisivas, con lo que tienen de definitivas, avergüenzan a los miles de tratadistas y tratados sobre lo que un artista tiene o no para decir. 

Robert Johnson y Arthur Rimbaud seguirán influenciando tanto a músicos como poetas todo el tiempo que al blues y a la poesía les quede de vida. Ellos prescindieron de las cualidades descriptivas en sus composiciones y tuvieron el coraje de no explicarlas demasiado, entregaron hasta la última gota de inspiración, con la secreta esperanza de que llegaran vivas, no disecadas, al futuro que pudieran tener.

Arthur Rimbaud es otro y es también su poesía. Robert Johnson es blues, es creíble, puro, genuino. No la va de bluesman. En eso reside el valor y la influencia de su incalculable contribución. Es creíble su dolor, su lacerante melancolía, la desgarradora pena de su alma. 

Yo no sé si Robert Johnson hizo un pacto con El Diablo en el cruce entre la autopista 61 con la 49 a cambio de que la esencia del blues le fuera revelada. No sé si es cierto que un cantinero celoso envenenó su whisky cuando descubrió que se encamaba con su mujer, o si murió de sífilis. No sé si estuvo preso por vago y pendenciero o si terminó loco de atar en un hospicio. Lo que sé es que nos dejó 29 blues tan transcendentales como todas y cada una de las memorables páginas escritas por el también poco prolífico Arthur Rimbaud. 


jueves, 31 de enero de 2013

Vacío



De un sueño en blanco
Tan cierto como imposible
Despierto, inasible
Adentro mío
Ecos vacíos


El aire quema
Vibra como un velo
De fuego invisible
En la distancia vacía
Un espejismo

En horas vacías
Plenas de hastío
Los días vagan sin rumbo
Entre los días, perdidos
Más de lo mismo

Gotas de sol
Metáforas vacías
Del porvenir
Que no termina de venir
Que se la pasa viniendo

Voces vacías
Cantan silencios
En sincronía
La luz se extingue
No queda ya tiempo

sábado, 19 de enero de 2013

Lo bueno de lo malo, lo malo de lo bueno



Lo bueno de lo malo 
Es que al nacer te dan tu rompecabezas
La vida es un poco tratar de acomodar las piezas

Lo malo de lo bueno 
Es que una vez alcanzada 
Si alguien sufre, tu felicidad no sirve para nada 

Lo bueno de lo malo 
Es que no podés volver atrás 
Una vez que estás verdaderamente jugado 

Lo malo de lo bueno 
Es que no siempre sirve lograr todo lo que querés 
A veces también tenés que merecerlo 

Lo bueno de lo malo 
Es que si podés reconocer de lo que sos capaz 
No volvés a mentirte nunca más 

Lo malo de lo bueno 
Es que entre ambos extremos 
La verdad aparece invertida en los espejos 

Lo bueno de lo malo 
Es que te hace estar alerta 
Con los sentidos despiertos y la mente abierta 

Lo malo de lo bueno 
Es que no siempre vas a poder lograrlo 
Antes también tendrías que estar preparado 



viernes, 18 de enero de 2013

El Tiempo no pasa


El Tiempo no pasa
Nosotros pasamos 
El tiempo está ahí, inmóvil
Increado
Como siempre lo ha estado
Desde el fondo de los siglos
Del mar
De tus ojos
De diamante
E incluso antes
Que existiera un instante
De cielo distante
Sagrado

El Tiempo no pasa
Nosotros pasamos, en fuga
A través de los años
Como llevados por el viento
En el más disoluto silencio
Mientras todo pasa
A velocidad muerta


El Universo es Tiempo
Que no se mueve ni se detiene
Mientras todo pasa
A velocidad muerta

domingo, 13 de enero de 2013

Variaciones de un tanka




En un instante
Voy a beber la noche
Entre tus piernas
Hasta saciar el alma
De recuerdos vacíos

En un instante
Hasta saciar el alma
Entre tus piernas
De recuerdos vacíos
Voy a beber la noche

En un instante
De recuerdos vacíos
Entre tus piernas
Voy a beber la noche
Hasta saciar el alma

sábado, 5 de enero de 2013

Happy Birthday, 5 de Enero


Happy Birthday, Baby

Viejos locos poetas sabios, Allen Ginsberg y Gary Snyder


Un poema de silencio
De metáforas vacías 
De versos desiertos
De ciertos universos 
De voces y poesías
Flota en la mansa corriente
De tibias pulsiones
Sobre un manto de visiones
Bajo un cielo azul instantáneo
Como nenúfares a la deriva

Un río de palabras sin reflejos
Sin ecos de máscaras ni espejos
Es lo que ustedes dos se merecen
Viejos locos poetas sabios
Allen Ginsberg y Gary Snyder
Bodhisattvas multitudinarios