330. Mohammad Alaa Aljaleel, más conocido como “el loco de los gatos de
Alepo”, cuida a más de un centenar de gatos en medio de la devastación. En
declaraciones a la BBC Mohamad explicó: "La gente los deja conmigo porque
saben que amo a los gatos". Mohammad era electricista, pero devino en conductor
de ambulancia para rescate de personas, al tiempo que organizó un albergue para
los gatos que eran abandonados por quienes huían buscando refugio fuera de la
ciudad. "Cualquier gato hoy callejero de Alepo fue antes un gato doméstico.
La gente los abandona y huye, pero yo no podría hacerlo. Incluso todos mis
amigos se han ido, por lo que hoy mis amigos son estos gatos.”
329. Martha Vago falleció el 25 de agosto del año pasado. Rescatadora de
gatos callejeros, voluntaria de la ONG Sociedad Protectora de Animales
Sarmiento e inspiradora de la Fundación de Gatitos, más conocida como Abu
Martha, afirmó: "Está demostrado que acariciar a los gatos reduce el
estrés. Cuando se frotan en nosotros transmutan la mala energía que tenemos
acumulada, ayudándonos a equilibrar nuestra fuerza interior. Por eso es normal
que se acuesten sobre nuestras cabezas cuando estamos atravesando algún
conflicto que no podemos resolver, y si ronronean el efecto es aún mejor,
porque los ronroneos son como mantras especiales que nos cantan para que
podamos relajarnos.” (http://www.degatitos.com.ar)
328. Caligrama de puño y letra del poeta mexicano José Juan Tablada (en
el que intenta además una silueta de gato) dedicado al poeta chino Li - Po,
“uno de los "Siete Sabios en el vino" / Fue un rutilante brocado de
oro… / como una taza de sonoro jade / su infancia fue de porcelana / su loca
juventud / un / rumoroso / bosque de bambú / lleno de / garras / y de misterios
/ rOstrOs de mujeres / en la laguna / ruiseñores / encantados / por la luna /
en las jaulas / de los salterios.” (Del libro Li - Po y otros poemas - 1920)
327. “Siempre tuve gatos, todos negros, verdaderos gatos de bluesman”, dijo
Jack Owens, en la foto tocando en el porche de su casa junto a su acompañante, el
gran armoniquista Bud Spires.
326. En el monasterio de Colombaio, fundado en 1220 por San Francisco de
Asís, vivió enclaustrado el Beato Guido de Selvena, religioso franciscano de la
provincia de Grosseto, hombre de fe firme pero de frágil salud, de quien se cuenta
que a veces no comía, para no quitarle tiempo a la oración, por lo que Dios le envió
un gato blanco que todas las tardes se metía en un bosque cercano a cazarle
pájaros con los que después se alimentaba.
325. En “El libro de cuentos de Corazón” Agustín González cuenta la
historia de una gata escritora de cuentos románticos llamada Corazón. El libro
fue publicado por la editorial Danke y en su blog leerentodaspartes.blogsport.com.ar
la escritora, actriz y cantante de rock independiente Rosario Bléfari lo
recomienda con todas las letras.
324. En “Hemingway’s Cats: An Illustrated Biography”, de la periodista
Carlene Fredericka Brennen y editado por Pineapple Press, aparece esta carta
enviada por Ernest Hemingway a su amigo Gianfranco Ivancich, en la que narra su
dolor por haber tenido que sacrificar a su gato Uncle Willie luego de que fuera
arrollado por un coche. “Mary llegó y me dijo, tómatelo con calma, algo
horrendo le ha pasado a Willie. Corrí hacia la calle y encontré a mi Willie con
las dos piernas traseras rotas, una por debajo de la rodilla y la otra a la
altura de la cadera. Lo había pisado un malnacido que luego huyó y mi Willie,
pese a su estado, había vuelto a casa ayudándose con las delanteras. Ronroneaba
y parecía estar seguro de que yo lo salvaría, pero no había mucho por hacer, de
modo que tomé la decisión de acabar con su dolor que en minutos nomás sería
todavía peor. He tenido que dispararle a gente, pero nunca a nadie a quien haya
amado tanto durante once años… Y así fue que le pedí a René Villarreal, un
cubano que trabaja en casa, que preparara un tazón de leche para mi Willie,
mientras yo iba a buscar la escopeta. El ronroneo que es habitual en los gatos
aumenta cuando están seriamente heridos o al borde de la muerte, de modo que,
instantes después, apunté mi escopeta y mi Willie dejó de sufrir...”
323. Aparte de los gatos, la fotografía fue otra de las pasiones de Juan
Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, más conocido como Juan Rulfo,
extraordinario escritor y guionista de cine mexicano.
322. La actriz Bebe Daniels filmó con Rodolfo Valentino y Harold Lloyd,
y fue una transgresora para su época, tal vez la primera “flapper”, anglicismo usado
en los años ‘20 para referirse a las mujeres que abusaban del maquillaje,
lucían faldas cortas o despreciaban el corsé, aparte de beber alcohol, fumar y
tener conductas contrarias a lo establecido y a las buenas costumbres, tales
como no ocultar sus inclinaciones sexuales o preferir la vida en soledad junto
a su gato antes que aspirar al matrimonio o a formar una familia.
321. “En la historia resuenan temas como la religión, el racismo y la
intolerancia, pero siempre en función de lo que genera el gato como
protagonista símbolo. La culpa de todo la tiene mi mujer que una vez, cuando
estaba deprimido, sin ideas y sin saber qué hacer, vino a mi estudio y me dijo
que ‘si algo dibujaba bien yo eran gatos y que sólo debía encontrar una buena
historia protagonizada por un gato'. Y ahí nomás me surgió el título y comencé
a dibujarlo y después sólo fue cuestión de llegar al final”, refirió Joann Sfar
sobre su exitoso libro “El gato del rabino”.