Estás viendo un mandala del natural
Un mantra que no sabemos oír
Y que lejos estamos de percibir
O siquiera develar
Sólo siete palabras invisibles logran explicarlo
Pero mis ojos están en silencio
De modo que no me atrevo a intentarlo
Una arquitectura de años instantáneos
En constante evolución
Una rueda de pétalos causales
Girando en las diez direcciones cardinales
Un engranaje con la apariencia y la anatomía de una flor
Un mandala de instantes en los que fue creándose
Poesía en su más pura forma profunda de sueño
No sé, digo
Poesía como forma de lo eternamente nuevo
Carl G. Jung decía que los "mandala" eran expresiones del inconsciente colectivo. Quién sabe.
ResponderEliminarA mí ésta planta de la imagen me parece también y además una estructura fractal.
En todo caso, magnífico.
Increíble, no? Alguna razón oculta debe tener esa forma. No puede ser casual "esa perfección en acción..."
ResponderEliminarLa Naturaleza es sorprendente siempre. ¿Tiene un fin último, o es porque sí?
ResponderEliminarA mí que no me pregunten. Pregúntenle a los poetas, que ven siempre más allá.
Los poetas son capaces de ver que más allá seguro llegás acá...
ResponderEliminarEsto sólo puede decirlo un poeta.
ResponderEliminarY pueden verlo y entenderlo los que no se asumen poetas pero que innegablemente también lo son.
ResponderEliminarO poesía como una forma de lo eternamente viejo.
ResponderEliminarO... Los poetas son capaces de ver que más acá seguro llegás allá:)
Preguntarse sobre la naturaleza de la naturaleza... un eterno bucle, casi un mantra, pero está bien.
ResponderEliminar(No sé, digo:)
ResponderEliminarGenial, Marian. nada que agregar. Y agradecido, por supuesto.
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