Marilyn Monroe
1.
Uno escribe siempre sobre lo mismo
Hasta que logra escribirlo
Uno escribe lo que ve
Pero que aún no es
Escribe para que sea
Lo que aún no puede ser
2.
Uno no escribe más de lo que tiene para decir
Hasta que lo sabe
Uno no escribe otra cosa que lo que sabe
Hasta que le sale
Uno no escribe más que piezas dispersas de una maquinaria
Que en algún momento podrá poner en marcha
Para lo cual, conviene lubricar muy bien cada letra
Cuidarse de no resbalar con metáforas que quedan por ahí sueltas
(Es imposible tenerlas todas ordenadas y, sobre todo, que se estén quietas)
Como las rimas, en especial insurrectas, siempre aspirando a ser
perfectas
Las comas y puntos que se quedan en el camino
Y los acentos que suelen desprenderse del cielo
Ni hablar de los pleonasmos, tan testarudos ellos
O los oxímoron que están por todos lados
A veces invisibles, a menudo palpables, sólo hay que poder captarlos
Puesto que son apuestos, para nada morosos, más bien todo lo contrario
Y la prueba más evidente de que uno debería tratar de dar vuelta las palabras
Cada una de ellas, puesto que todas, sin excepción, se desmienten
Y albergan infinitos significados
3.
Uno escribe con la pretensión de escribir
Libros libres de palabras y llenos de vacíos
Uno escribe con lo que pueda poseer de poesía
Tanto la que está por venir como la que poseía
Uno escribe desde los confines del presente que es siempre
El mismo e interminable
Vaya uno a saber