(Lake, obra de Gerhard
Richter)
El cielo debajo
En el lago se refleja
Sus inmóviles aguas espejan
La noche quieta y azul
Sin estrellas
En el lago se refleja
Sus inmóviles aguas espejan
La noche quieta y azul
Sin estrellas
La luna vaga el silencio
Como yo entre estos versos
A tientas
Por más que fueras alguna vez
Ni siquiera recuerdo bien
Quién eras
Sombríos resplandores
Irradian en esta nocturnidad
Un árbol caído
Como tantos sueños míos
Vive en mi olvido
Lo que fuera que fuimos
Hayamos o no ocurrido
Vive en mi olvido
A tientas
Por más que fueras alguna vez
Ni siquiera recuerdo bien
Quién eras
Sombríos resplandores
Irradian en esta nocturnidad
Un árbol caído
Como tantos sueños míos
Vive en mi olvido
Lo que fuera que fuimos
Hayamos o no ocurrido
Vive en mi olvido

Estupendísimo poema, donde la inmaterialidad de los sentidos,de los sentimientos, hasta te diría de la palabra, cobra el sentido más concreto a través de tu palabra.
ResponderEliminarRecorres todo el camino,para dejarnos luego con esos tres versos finales que adornan, cierran y hacen brillar aún más si cabe este poema.
Admiración, querido Carlos!
Un abrazo