1110. “El gato llega a la puerta del cuarto donde
escribo. / Se detiene… vacila… avanza… / Me clava su mirada. / Nos miramos.
Ojos contra ojos… / ¡Casi con terror! / Como dos seres incomunicables y
solitarios / Que fuésemos hechura de dioses diferentes.” (Poema de Mário
Quintana, poeta brasileño nacido y muerto en Porto Alegre en 1906-1994)
1109. “Venía de la miseria y la soledad de una
infancia sumergida en la promiscuidad familiar, de las violentas relaciones amor-odio
con la madre, del hondo desdén por Augusto Morante, el padre legal, sujeto
impotente y masoquista ante los castigos de la esposa, del rencor por el “tío”
que los procreó para luego desaparecer. Sólo su sostenida pasión por los gatos,
los niños y los juegos, que inventaba para jugar con sus hermanos, la preservó
de la locura. Un origen de hambre y dolor que amargó su prematura
independización (seguramente mal vista en la época) y muchas veces, sin culpa
ni vergüenza, la arrastró a la prostitución. La relación con Alberto Moravia,
con el cual se casó y convivió muchos años, contribuyó a ponerla en la mira,
pero fue por la trascendencia de sus escritos que Elsa Morante se afianzó en el
primer plano y obtuvo peso propio en el círculo de opiniones de la intelligentzia
italiana de mediados de siglo –a la que por otra parte evitaba–, mientras en la
intimidad se convertía en amiga dilecta de Pasolini, Bertolucci y Visconti.”
(Por Alicia Plante para https://www.pagina12.com.ar)
1108. “Mucho de gato tenía Andy Warhol quien, después de sus vivencias en el Chelsea Hotel, compartió manta y sofá con sus veinticinco gatos en su apartamento de la avenida Lexington. A todos los llamaba Sam, los dibujaba y algunos le acompañaban en sus viajes más locos. Llegó a cancelar importantes citas de negocios, con tal de no separarse de ellos. Warhol se dejaba querer y entre ronroneos descubrió hasta qué punto le traían suerte, sobre todo un gato azul, al que, cuando su ausencia se le hacía insoportable, le escribía notitas que después le dejaba en su canastilla: Querido Sam. Te echo de menos. Quien te ama, A. (¿Quién va a ser si no?)” (Extractado de //sonandoconmaletas.com)
1107. El Dios Sol Ra con forma de gato matando a
la serpiente Apofis junto al sicomoro sagrado, (1295-1186 a.c), una de las
pinturas funerarias de la tumba de Inherkhau. Desde siempre el gato fue
venerado porque mataba a las ratas que se devoraban los cereales de las
cosechas acumulados en los graneros y porque ahuyentaba a las serpientes, muy
numerosas a orillas del Nilo. Era además admirado por su belleza y elegancia y
respetado y hasta temido por sus “cualidades mágicas" (el gato imponía
respeto o miedo, dependiendo la persona), las que no eran otra cosa que la capacidad de
sus pupilas (o tapetum lucidum) de contraerse y brillar con la luz de la luna
en la más cerrada oscuridad.
1106. En la víspera del accidente en el que
perdió la vida, James Dean dejó a su gato Marcus al cuidado de su amiga
Jeanette Doty con una nota en la que le indicaba cómo debía cuidarlo: “1
cucharadita de jarabe Karo. 1 lata
grande de leche evaporada. Misma
cantidad de agua destilada o hervida. 1 yema de huevo. Mezclar y enfriar. No le
des carne o leche fría. 1 gota de vitaminas diaria. Lleva a Marcus al Dr.
Cooper en la calle Melrose la semana que viene, toca vacunarle.” Su siamés
Marcus había sido un regalo de su íntima amiga Elizabeth Taylor al inicio de la
filmación de su última película, 'Gigante'.
1105. El maestro del cine Nicholas Ray contó
sobre James Dean: “La última vez que lo vi fue una noche que de repente se
apareció por mi casa a las tres de la mañana. Tenía ganas de hablar y lo
hicimos durante horas, hasta que era ya de día. Hablamos sobre sus planes
futuros, incluyendo la película que estaba haciendo, “Gigante”, y la que
pretendía hacer. Luego, cuando ya se iba, me pidió un libro sobre gatos que le
había comentado que tenía en mi biblioteca. Amaba a los gatos. Los consideraba
sus maestros de actuación y concentración. Cuentan que el día de su muerte, su
gato, al que había dejado al cuidado de una vecina amiga, desapareció. Sin
dudas, James Dean fue uno de los más grandes'. (Esta foto, jugando con su
siamés Marcus, le fue tomada en la casa que alquilaba en Sherman Oaks,
California, días antes del trágico accidente automovilístico que le costó la
vida.
1104. “Volver a Eliot y traducirlo todo ha
supuesto una revisión de la influencia del gran poeta angloamericano en mí
mismo (y en otros poetas de mi generación, como Joaquín Pérez Azaústre o José
Daniel García). Desde la posguerra, Eliot ha estado presente en varias
generaciones: en los novísimos, en la experiencia, en la mía propia. Ahora estará
más presente aún un Eliot nuevo para nosotros, un Eliot que amaba los gatos y
el té, un habitante de Hampstead con sombrero de seda, un revolucionario con
traje y corbata, un hombre que fue vanguardista y conservador y que nos dio una
lección de resistencia moral frente a lo convulso de todo tiempo.” (Así prologa
su trabajo José Luis Rey, reconocido traductor del maestro poeta T.S. Eliot, en
la fotografía en su estudio con su gato Zuaxo sobre su brazo, para https://wmagazin.com/)
1103. La autora, pintora e ilustradora
estadounidense Dahlov Ipcar amaba a los gatos. Escribió y ella misma ilustró
una treintena de libros infantiles, entre los que destaca “El Gato de Noche”
(The Cat at Night), publicado en 1969, en el que narra las aventuras de
Goliath, un gato blanco y negro que vive en una granja y duerme de día junto a
la estufa hasta la noche cuando el granjero se va a dormir y lo saca de la
casa. Goliath disfruta eso porque puede hacer lo que más le gusta, ver en la
noche y explorar. No tiene sueño de noche. La noche lo despierta, es su mejor
momento. Avanza sigilosamente, caza siempre algo y hasta se llega al pueblo
vecino a reunirse con sus amigos gatos. Luego, con las primeras luces del nuevo
día, regresa siempre justo después que el granjero ha ordeñado sus vacas. Al
verlo la granjera lo saluda y le ofrece un cuenco de leche. Goliath se la bebe
toda y recién entonces entra en la casa, se acurruca junto a la estufa y se
queda dormido mientras el granjero exclama: “Pero qué gato tan perezoso, seguro
que se pasa la noche por ahí durmiendo y duerme luego todo el día aquí”. Pero
el gato ya no lo escucha, duerme profundamente y sueña con las aventuras de la
noche pasada.
1102. “No me interesa hablar de poesía, prefiero
hablar con mi gato o el jardinero. Aprendo más y me aburro menos. No me
interesa ser personaje, porque cuando te ven así, tu poesía pasa a segundo
plano. No me interesa si escribes o no escribes. En cambio ser poeta en serio
es una responsabilidad. La gente no debe escribir poesía, deben ser poetas. La
poesía no es una carrera, eso queda para la hípica. La poesía es la lucha
contra nuestro enemigo el tiempo y un intento de integrarse a la muerte, de la
cual tuve conciencia desde muy niño. La poesía no me interesa sólo como acto
estético, sino ético. Una manera de cambiar el mundo es empezando a cambiarse a
sí mismo. No importa ser bueno o mal poeta, sino transformarse en poeta, luchar
contra el universo que se deshace, no aceptar los valores que no sean poéticos,
de nada vale escribir poemas si somos personajes antipoéticos.” (Jorge
Teillier, poeta chileno)
1101. “Cuando ya no tuve edad para enamorar ni enamorarme de mujeres hermosas tuve a mis gatos con quienes sí que nos amamos y respetamos todavía más. Eso para mí es felicidad.” (Bohumil Hrabal, renombrado prolífico novelista checo)
Gatos que acompañan, gatos que inspiran, gatos que enseñan...
ResponderEliminarPero...¿tener 25 gatos? Bueno, no podría. Con 1 o 2 ¡suficiente!
Enternecedora historia de James Dean
Abrazo ¡buen finde!
No tengo dudas que sos bastante egipcio.
ResponderEliminarCuando tomamos un café enfrente de tu casa, me lo advertiste. El Dios Sol Ra me lo confirma en esta aparición dentro de la Bolsa.
Abrazazo faraónico!
Kucing selalu menjadi teman menarik karena pesonanya yang membuat kita ingin membelainya...kehangatan bulu dan mata yang manja pada kucing selalu saja membuat aku luluh fan ingin menjadi temannya. Kucing adalah anugerah karena dialah teman yang paling setia saat kita berbincang tanpa pernah menyela...ulasan yang bagus Carlos temanku
ResponderEliminarSuper gatti amatissimi! Buona domenica Carlos
ResponderEliminarEl dato de Warhol me ha dejado alucinando... 25 gatos en un apartamento y todos con el mismo nombre...jajaja, en realidad, me encaja mucho con él.
ResponderEliminarBesos.
Por aquí me asomo con tiempo para leer crónicas gatunas, :)
ResponderEliminarMe impresionó lo de James Dean, ese gatito que desaparecio al morir, y me encantaron las palabras del poeta chileno Jorge Teillier. Ser poeta, se es o no se es, aunque no se escriba ni una línea.
Beso enorme y mucha alegría para tu vida :)
Jorge Teillier, grande.
ResponderEliminarLo del gato de James Dean lo he oído, pero fue un perro y le pasó al primo de un vecino. Da qué pensar.
Abrazo, Carlos.