(Una ilustración simil Magritte)
Mirando atrás
A los ojos de tu recuerdo
Que pese al tiempo no envejece
Intacto permanece
Como el olvido
Al que nuestro destino
Ya para siempre pertenece
Mirando atrás
En el sopor de este instante
Mientras la tarde
Como un manto cae lentamente
Sobre el paisaje
En el que la bruma
Como una nube se arrastra
Vaporosa se despeña
Ladera abajo del cerro
Donde la luz tropieza
Se desploma, se apaga
Ensombreciendo los colores
Silenciando las formas, las miradas
La persistencia de tu ausencia
Como una presencia letal
Mirando atrás
La última vez
Que de ahí en más se pareció
A cada inalterable momento después
Cuando la soledad nos vino a buscar
Y la abrazamos sin dudar
Ni saber
Que era el espejo del nadie se puede esconder
Cuando no nos quedaba tiempo
Para lo que jamás pudimos ser
Cuando lo nuestro se convirtió
En apenas algo que fue
Mirando atrás
Tu voz en el adiós
Diseminándose
Como un desierto de silencio entre los dos
A los ojos de tu recuerdo
Que pese al tiempo no envejece
Intacto permanece
Como el olvido
Al que nuestro destino
Ya para siempre pertenece
Mirando atrás
En el sopor de este instante
Mientras la tarde
Como un manto cae lentamente
Sobre el paisaje
En el que la bruma
Como una nube se arrastra
Vaporosa se despeña
Ladera abajo del cerro
Donde la luz tropieza
Se desploma, se apaga
Ensombreciendo los colores
Silenciando las formas, las miradas
La persistencia de tu ausencia
Como una presencia letal
Mirando atrás
La última vez
Que de ahí en más se pareció
A cada inalterable momento después
Cuando la soledad nos vino a buscar
Y la abrazamos sin dudar
Ni saber
Que era el espejo del nadie se puede esconder
Cuando no nos quedaba tiempo
Para lo que jamás pudimos ser
Cuando lo nuestro se convirtió
En apenas algo que fue
Mirando atrás
Tu voz en el adiós
Diseminándose
Como un desierto de silencio entre los dos

I versi evocano con malinconia il ricordo di un amore passato, mescolando l'immutabilità della memoria con la dissoluzione del presente e l'accettazione della solitudine come destino ineluttabile.
ResponderEliminarUn caro saluto Carlos
Mirando atrás, mi querido poeta -porque tú sí q lo eres- creo q lo más probable es q tropecemos y nos demos un buen porrazo:) , aún así , siempre merecerá la pena si mientras, disfrutamos de estas preciosas y melancólicas estrofas rememorando lo q fue y aún pudiendo seguir siendo, dejo de ser por causas q nos son desconocidas, porque la información se limita a decirnos a ahora sólo existe un desierto de silencio entre los dos y aunq es una pena, es bellísimo el final y bastante mejor q un desierto de arena ...por favor, disculpa mis gamberradas, no sé por qué hoy me salen estás tonterías ...aún así, como siempre he disfrutado mucho con tus letras ...espero me disculpes, creo q debe ser el cansancio q me ha aflojado algún tornillo, un abrazo muy muy fuerte y mi enhorabuena ...ella debe estarse tirando de los pelos ahora mismo ; )
ResponderEliminarProfundo y melancólico poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarMirando atrás, el recuerdo avanza y lo único bueno de el, es que mantiene los rostros tal cual eran en su juventud, no envejecen. Muy buen poema, hace pensar y remueve las raíces más hondas. Aplausos poeta.
ResponderEliminarmariarosa
Carlos, hermoso poema, mirando atrás lo que fue sonrisa, palabras y abrazos, hoy solo hay silencio y soledad.
ResponderEliminarMaravilloso poeta.
Es una delicia visitarte.
Besos
Si el recuerdo es inmutable, sí que es como el olvido. O vacío, o imaginado por muy verosímil quecdea, idealizado en su inmutabilidad. Claro, quizás son los mejores.
ResponderEliminarAbrszooo
Buenos días Carlos.
ResponderEliminarMe ha encantado este poema, la sonoridad que le has puesto, un recuerdo sonoro.
Feliz viernes.
Un abrazo en volandas desde mi corazón hasta allí.
Tu poema es un susurro que atraviesa el tiempo, Carlos. Cada verso parece suspendido en la bruma de una tarde que se apaga, donde la memoria no envejece, solo se vuelve más intensa. Esa presencia de la ausencia, tan delicadamente letal, nos recuerda que el amor y el dolor comparten el mismo espejo.
ResponderEliminarGracias por regalarnos esta melancolía que abraza, que no duele, sino que nos hace sentir vivos.
Un abrazo desde este lado del silencio.
Boa sexta-feira, bom final de semana e um excelente mês de novembro, meu querido amigo e poeta Carlos.
ResponderEliminarUn poe-tango, brutal, visceral, nostálgico y desesperado...
ResponderEliminarla ausencia que se hace presencia de tan fuerte que se manifiesta, y siempre la sutileza y arte de poder describirlo de esta forma, apasionada y bella.
Un abrazo amigo querido.
¿existen los recuerdos?, existen, digo, como una copia fiel de lo ocurrido escrita por un notario... Creo que no, creo que nos lo inventamos todo, lo que recordamos, lo que ocurrió, todo llega distorsionado adaptado a lo que queremos creer...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el poema, el ritmo, el tema. Gracias por compartirlo.
Hola Carlos. Me gusta como la melancolía se mezcla con la belleza de los recuerdos, la luz que se apaga, la bruma que se arrastra, y esa presencia de la ausencia que lo llena todo. Cada uno de tus versos refleja la aceptación de lo perdido y la persistencia del amor, incluso cuando solo queda silencio entre los dos. Un texto lleno de sensibilidad y fuerza poética. Un abrazo
ResponderEliminarLa ausencia de esa presencia amada, como te dije en Instagram, es un precioso poema, realmente me gusta mucho y ahora que lo he vuelto a leer, me gusta más.
ResponderEliminarUn abrazo amigo, realmente es un placer leerte.
PATRICIA F.
Precioso poema Carlos. Melancólico -que no es lo mismo que triste- amoroso, entrañable. El recuerdo que permanece y vuelve una y otra vez sobre las huellas que dejó quien un día fue presencia y presente.
ResponderEliminarY las palabras no dichas entonces devienen en un " desierto de silencio entre los dos"
Buen fin de semana!
Va mi abrazo
Un poema brutal, Carlos, un grito desesperado que trasciende el tiempo, en la nostalgia de un suspiro que busca un susurro que venza la anhelada ausencia.
ResponderEliminarMis aplausos, poeta, y mi abrazo!
Buenas tardes, me llega hondo tu poema y se quedará para siempre. Los recuerdos nos aflora toda la intensidad que vivimos con nuestros seres queridos, hoy que es un día especial y todos los días, aunque, a veces, sean tristes pero intensos, nostálgicos por lo que significaron y entrañables siempre.
ResponderEliminarGracias por tus palabras en mi blog.
Un abrazo.
Mi parte favorita es sin duda el inicio:
ResponderEliminar"Mirando atrás
A los ojos de tu recuerdo
Que pese al tiempo no envejece
Intacto permanece
Como el olvido
Al que nuestro destino
Ya para siempre pertenece"
Que hermoso..
Si fue un final intencionado tal vez el recuerdo de ese momento logre perdurar intecto y para siempre. Si en cambio sucedió sin intención, seguro que lo que perdura es nostalgia idealizada. Algo parecido a una caricia. Un abrazo
ResponderEliminarGrandísimo Poema! Qué cierto, el recuerdo no envejece!
ResponderEliminarGrandes hallazgos... Despliegue de luces, de sombras, de sonidos y silencios... Y gran musicalidad...
Abrazo admiradísimo!!
Hermoso poema Carlos, los recuerdos los llevamoss tan dentro que parece que toman vida, cierto es que la malancolía aflora, normal es, ya que lo vivido deja su sabor
ResponderEliminaren el alma, magnifico poema, no podía ser de otra manera viniendo de ti
Un abrazo y mi admiración siempre
Ya te lo lei en instam y meparecio una genialidad. Un dialogo o monologo con la ausencia, sabiendo que el pasado no muere, si se mantiene vivo enel recuerdo del el presente, la memoria suele se una fiel aliada, un espejo del amor y el dolor que inevitablemente se nos marcha pero que sigue cobijada en muesta alma dispuesta a ser reeditada.
ResponderEliminarY es que lo que amamos no se marcha, tan solo cambia de lsu forma y se queda en nuestra memoria.
Abrazos que lleguen POETA.
Carlos, que pases un hermoso inicio de semana.
ResponderEliminarBesos Poeta
¿Qué sería de nosotros sin la capacidad de mirar atrás y darnos cuenta de lo que hemos hecho y lo que no.
ResponderEliminarSaludos,
J.
As memórias. É quando olhamos para trás que as encontramos. Algumas já desfocadas, outras inalteradas, mas sempre a lembrarem-nos a vida que vivemos, os amores que tivemos, as alegrias e as mágoas. Muito belo e inspirador, meu Amigo Carlos.
ResponderEliminarUma boa semana.
Um beijo.
Carlos, en este poema, tremendo por su significación y expresividad...veo la mente, fría y rotunda, descifrando el ayer y el corazón acariciando el recuerdo, alargándolo, sintiéndolo aún y eternizándolo...Muy bueno e inspirador, amigo poeta.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo siempre, Carlos
Boa segunda-feira e boa semana, meu querido e grande amigo Carlos.
ResponderEliminarDeixando um abraço e apreciando o lindo poema de amor.
ResponderEliminartodos os abraços, Carlos
¡Excelente!... ¡Brillante!... Estoy encantada, querida amiga poeta.
ResponderEliminarEstuve ausente por falta de computadora, indispensable para traducir los comentarios.
Que tengas días inspirados y felices.
Un abrazo.
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Quería decir "estimado Poeta Amigo"
EliminarLo siento.
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Eso es un verdadero mirar atrás.
ResponderEliminarNo como aquellas personas que pasan por la vida sin sentir ni una pizca de ello, sin recuerdos, sin memoria, sin analizar el paso del tiempo. Parecen esos conductores que tienen el retovisor en vano.
En cambio los poetas como Perrotti, hacen luces poéticas, tocan la bocina con rima y revisan el tablero de las metáforas.
Abrazazo, amigazo
¿Todavía la recuerdas con cariño? Pregunta retórica. Yo también. Va un abrazo.
ResponderEliminarLo leo en tu blog y le saco una nueva lectura pero al esencia sigue intacta. Será que he mirado atrás y la memoria ha clareado oscuros y viceversa. Será que la persistencia de la ausencia me ha sobresaltado de nuevo. Da igual. El poema es una maravilla.
ResponderEliminarAbrazo, Carlos.
A veces hay momentos d ela vida neustra que arden en eternidad...aunque demos vueltas el mundo , nos alojan los eternos suspiros del silencio que solo nosotros conocemos.
ResponderEliminarMe gustó mucho este ver interior, muy vivido.
Abrazos.