370. John y Paul habían citado a George a un ensayo en casa de la Tía
Mimí. George les demostró de inmediato que podía encargarse de la primera
guitarra y ejecutó, además, una canción que estaba componiendo y cuya letra
decía: “No puedes domar a un gato callejero como yo. Ninguna gatita puede
domarme. No a mí. No a mí…" (De una escena de “George Harrison: Living in
The Material World”, el documental
dirigido por Martin Scorsese)
369. El cielo de París matiza con los tonos del cementerio de Père Lachaise
que hoy presenta un aspecto diferente y un alboroto inusual. Es mediodía.
Estamos al este de la capital francesa. La lluvia se hace ahora más intensa.
Algunos de los apasionados visitantes posponen la pasión para protegerse debajo
de paraguas ajenos. Pierre se apresta a persuadir a una chica que intenta una
ofrenda con forma de baguette que finalmente acaba por caer en el lodo. Un gato
se posa sobre el cemento que bordea la tierra donde yace el ídolo muerto. «Se
llama Jim. Esta es su tumba favorita. Se pasa casi todo el día sentado aquí»,
afirma el vigilante de seguridad con una sonrisa de costado mientras enfunda su
cabeza en la capucha de su abrigo de nylon. «Algunos creen que es el mismísimo
Morrison, reencarnado», agrega. Escéptico, este corresponsal observa al felino
que permanece sobre el sepulcro a pesar de la garúa. Un relámpago enciende la
tarde y un trueno se acopla al éxodo general. La gente comienza a retirarse a
paso lento, como jinetes en una tormenta. Me voy por donde vine, cantando bajo
para no despertar, mientras Jim me observa con ojos desconfiados y agita el
rabo denotando cierto malestar. «Este es el fin», parece decir con su mirada de
soslayo. «Este es el fin, mi único amigo. El fin». (Por Walter C. Medina para www.diagonalperiodico.net)
368. Isabel Steva Hernández, más conocida como Colita, fotógrafa
española, recientemente nombrada Doctor Honoris Causa por la UAB y amante
incondicional de los gatos de cualquier raza y condición nos dice, con su
particular ironía y sentido del humor, que vive actualmente con "tres
gatas negras; una se llama Montse y las otras: a comerrr..."
367. “La última vez que nos vimos fue para ir a cenar. Pasé a buscarlo por su
casa y en mi coche, viendo a contraluz su ropa llena de pelos de sus gatos, le
dije: Carlos, no te quiero lastimar, pero ¿no tendrán que ver tus gatos con
este problema que estás teniendo? Y me dijo: Ya me lastimaste. Después, pese a
mi lastimadura, tuvimos una cena espléndida...”, evocó el periodista mexicano
Carlos Marín al enterarse del fallecimiento de su colega y escritor connacional
Carlos Monsiváis.
366. “Me lo traje de la temporada de verano de Carlos Paz en 2010. De
chiquitito se escondía entre las frazadas. Un día lo aplasté, pensé que era la
bolsa de agua caliente, y tuve que llevarlo de urgencia a la veterinaria para
que le hicieran unas placas... Pasamos muchas cosas juntos Ciro y yo. Lo único
que le falta es reírse de mis chistes”, dijo de su gato el actor y humorista
uruguayo Pichu Straneo.
365. Rosa Luxemburgo describió en sus memorias lo ocurrido entre Lenin y su
gata Mimi durante el encuentro que mantuvo en Londres en 1896 con el líder de
la revolución bolchevique, conocido amante de los gatos: "Mimi coqueteó
con él, se extendió de espalda sobre un sofá, seductora, insinuándosele. Pero
cuando Lenin trató de acariciarla, ella sacó sus uñas, le mostró sus dientes y
gruñó, como una fiera, como buena gata.
364. «El Museo Metropolitano de Nueva York se niega a retirar una obra
considerada ofensiva y perturbadora. Unas diez mil personas, a través de un
petitorio, solicitaron al MET que no exhiba el cuadro “Thérèse Dreaming”,
pintado en 1938 por el artista francopolaco Balthus, famoso también por la
manera con la que representa la inocencia pre-adolescente al retratar a sus
modelos en poses casi sexuales al borde de la transgresión y la polémica. En la
carta dirigida al Museo, Mia Merrill, en representación de los peticionantes,
califica como “perturbador” que se siga exhibiendo una pintura que romantiza la
sexualización en los niños y que es eróticamente sugerente: "El MET de
esta manera avala, tal vez sin intención, la cosificación de los niños y el
voyeurismo". Por su parte el MET respondió a través de un comunicado:
"Las artes visuales son un medio para reflexionar sobre el pasado y este
presente. Esperamos motivar la continua evolución de nuestra actual cultura
mediante una discusión respetuosa y profunda de las expresiones
creativas". Para Mia Merrill, no obstante: “Sería positivo que el Museo
Metropolitano advierta, como en la muestra de 2013 sobre este mismo artista,
que algunas de sus pinturas podrían resultar ofensivas para algunos
espectadores, debido al enamoramiento y atracción que Balthus no ocultaba por
las adolescentes y las niñas". La propia explicación que el Museo hace de
la obra señala que la protagonista, Thérèse Blanchard, tenía 12 años cuando fue
pintada y era vecina del artista. El MET, finalmente, se niega a retirarla y no
se plantea hacer la aclaración que le solicitan para la muestra...» Hasta aquí
la noticia de actualidad (aparecida en el sitio infobae.com el pasado 6 de
diciembre de 2017) que no dice una sola palabra sobre el gato que lame
tranquilo su leche en el cuadro de Balthus, confeso enamorado también de los
gatos, además de las adolescentes y las niñas.
363. “Manucho se sentía feliz cuando lo seguían por algún sendero durante
sus caminatas, encontraba serenidad en su comportamiento, gracia y elegancia en
sus modales. Le gustaba tomar el té con ellos, romperles unas galletas en su
platito de leche y dormirse una siestita rápida, sabiendo que alguno de sus
gatos estaba por allí cerca…” (Manuel Mujica Láinez fotografiado junto a uno de
sus gatos por Alicia D’Amico)
362. "Mefistófeles casero está tumbado al sol / Es un gato elegante
con gesto de león / bien educado y bueno / si bien algo burlón… / Verlaine fue
casi un gato feo y semicatólico, huraño y juguetón / que mayaba celeste a una
luna invisible / lamido (?) por las moscas y quemado de alcohol / Francia
quiere a los gatos como España al torero / Como Rusia a la noche, como China al
dragón / El gato es inquietante, no es de este mundo / Tiene el enorme
prestigio de haber sido ya Dios… / Son Felipes segundos dogmáticos y altivos /
odian por fiel al perro, por servil al ratón / admiten las caricias con gesto
distinguido / y nos miran con aire sereno y superior… / Tienen algo de búhos y
de toscas serpientes / Debieron tener alas cuando su creación... / ¡Oh, gatos
estupendos, sed guasones y raros / y tumbaos panza arriba bañándoos en el sol!...
(Fragmentos de “Canción novísima de los gatos” de Federico García Lorca, poema
inédito hasta 1986 e ilustrado con el gato Fedorka, dibujo del poeta nacido en
1898 y asesinado en 1936)
361. Probablemente Thelonious Monk, Charles de Gaulle, Albert Einstein y
Charlie Parker sean las más notables personalidades que he conocido en mi vida,
aunque, pensándolo bien, podría borrar a los otros tres y quedarme sólo con
Monk y mis gatos…”, dijo Kathleen Annie Pannonica Koenigswarter Rothschild,
musa y mecenas de Monk, en la foto con uno de los gatos de la Baronesa Nica.