(Fotografía de Herbert Bayer)
La mirada viaja
hacia la imagen
Que existe previamente, ya como un objeto o como un paisaje
Atraviesa la dispersa carne transparente del aire
Y llega antes que las palabras siquiera la declaren
Es decir que la imagen que ves ya es
Mientras que la voz recién después
Define aquello que los ojos vieron antes
Lo que equivale a argumentar que aquello que es
Pasa a ser configurado después que lo ves
Lo cual está determinado con anterioridad por lo que sabés
En otras palabras, por cómo fuiste instruido o formado…
¿Qué objetivamente subjetivo que es todo, verdad?
O, diría más bien, qué subjetivamente intencionada es la objetividad
Que existe previamente, ya como un objeto o como un paisaje
Atraviesa la dispersa carne transparente del aire
Y llega antes que las palabras siquiera la declaren
Es decir que la imagen que ves ya es
Mientras que la voz recién después
Define aquello que los ojos vieron antes
Lo que equivale a argumentar que aquello que es
Pasa a ser configurado después que lo ves
Lo cual está determinado con anterioridad por lo que sabés
En otras palabras, por cómo fuiste instruido o formado…
¿Qué objetivamente subjetivo que es todo, verdad?
O, diría más bien, qué subjetivamente intencionada es la objetividad
Tu maravilloso juego de palabras y significados es cautivante, y eso no esta condicionado a nada jajaj es asi... Eres un genio de estos "trabalenguas pensantes y reflexivos" que gustas traernos.
ResponderEliminarSoy amante de las imagenes( ya lo habrás notado)je je , sin dudas que una imagen puede condicionar nuestras interpretaciones, por ejemplo de una poesia o de un relato. Y aqui me quedo tambien con tus dos ultimas frases y preguntas...y me voy preguntandome lo mismo..
PD; siempre dibujo ojos, miles de años dibujando ojos jajjaja , no me preguntes el significado porque no lo investigué. Besosssss y feliz noche Carlos!!!
Carlos,
ResponderEliminarSempre uma delícia
esses seus
versos.
Adoro vir aqui.
Bjins
CatiahoAlc.
Cuánto se le juega a ese cierre del texto, juego de palabras, que aclaran lo que nos enseñan en la filosofía desde la epistemología: el conocimiento procede por un elemento externo, un objeto capaz de excitar nuestros sentidos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEl huevo o la gallina.. la palabra que recrea la imagen, o la imagen que suscita la palabra. ¿Y si añadimos el término "concepto" o "significado" o "subconsciente" o "mochila" como elementos de interpretación de lo percibido? La objetividad es una utopía de los que no saben mirar mas que en una sola dirección. Tú, escribe lo que quieras, que yo entenderé e interpretaré lo que sepa, pueda y quiera.
ResponderEliminarComo siempre, me hacés desvariar y perderme en el laberinto cada vez más confuso de mis neuronas :)
Gracias. Abzo
Juegos con la rapidez de la visión y la lentitud de la voz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Profundo poema . A veces con la mirada juzgamos antes de ni siquiera saber. Te mando un beso
ResponderEliminarProfundo poema que me deja pensando... Saludos Carlos.
ResponderEliminarPrecioso y para reflexionar, es cierto según le llegó que cada uno vemos las cosas como somos quizás, así como incluso en la forma que escribimos, en tantas cosas Carlos.
ResponderEliminarUn placer leerte, mi error 404 me ha dejado muchas veces sin poder comentarte .
Un abrazo hasta allí y que estés bien.
Todo es como un círculo, bonito, casi instantáneo.
ResponderEliminarBesos.
La imagen entra antes que la voz y eso nos adelanta la información, la definición posterior nos ayuda a reflexionar y calibrar lo anticipado... una imagen y dos miradas. Preciosa tu forma de captar mi pensamiento, amigo Carlos.
ResponderEliminarMil besitos con mi cariño y feliz día.
La objetividad no existe, sólo existe la subjetividad.
ResponderEliminarLa imagen está aunque no la nombramos, y si lo hacemos, no cambia aunque nosotros creamos que si.
Has escrito algo extraordinario, eso, no es subjetivo.
Abrazo entusiasmado.
Has expresado divinamente ese sentir de la gran mayoría, comprensión sin imagen e imagen y comprensión. La mente es libre y como tal actúa a forjarse esa imagen que no existe, mientras que imagen creada capta una realidad y analiza una situación.
ResponderEliminarComo siempre amigo y profesor Carlos todo un placer leerte.
Un gran abrazo de corazón.
O ato de ver exige tempo_ o olhar pode enganar.
ResponderEliminarGosto do seu olhar que vê além da imagem e nos ajuda objetivamente, a pensar.
Também pra Ti muitos abraços
Muy belo o teu poema Carlos.
ResponderEliminarDentro de uma mirada cabe um universo!
Un abrazo!
Estoy tan de acuerdo con el comentario de Carlos Augusto!
ResponderEliminarEl cierre del poema ( encierra,tal y literalmente) todo el sentido del poema. El objeto está, luego llega el conocimiento al integrarlo y absorber el concepto.
Pero sumo también que ese mismo objeto,cosa,etc... será tambien tal vez diferente según el ojo que lo mire.
Excelente!
Beso grande.
Una imagen vale más que mil palabras se dice...pero bien señalas que queda a nuestra personal subjetividad...
ResponderEliminarMuy bien planteada.
Abrazo.
En efecto, Carlos. Todo es objetivamente subjetivo.
ResponderEliminarLas palabras definen después lo que la mente y las sensaciones perciben primero a través de esa mirada hacia el objeto, del que previamente, tenemos una información almacenada.
Como siempre, profundo y reflexivo.
Un fuerte abrazo admirado y siempre gatuno,amigo.
Siempre estará la hoja bailando con el árbol. Abrazos.
ResponderEliminarEs verdad, Carlos. Nuestros ojos captan primero el paisaje o el objeto mostrado, y luego nuestras palabras lo describen. Nada más sencillo que eso. Pero en el broche de oro de tu poema está lo intrincado, lo profundo, lo complejo, que sólo tú sabes imponer como tu propia firma, como algo que te define amigo. Un abrazo grande.
ResponderEliminarLas mismas quedan definidas según el modo en que cada una de ellas intercepta la mirada a una velocidad infinita captada por el ojo!
ResponderEliminarMe gusta tus entradas que hacen reflexionar.
Un abrazo de sábado
Y que hay de aquel ciego que describía hojas tan solo con el tacto, siguiendo las curvas de su nervura... objetividad, subjetividad. Todo en sí es tan relativo. Sonrío.
ResponderEliminarUn abrazo grande querido Carlos.
Un juego constante que hace que esa mirada sea tan penetrante, oculta, dispersa, concreta y escasamente sincera, tanto como atrevida a la hora de buscar el objetivo que pretende. Bien, me hiciste recorrer un camino de de cambio constante de dirección cual bola de billar, pero lo que me parece sublime es la conclusión que ofrecen las ultimas palabras de tu poema: "subjetivamente intencionada es la objetividad"
ResponderEliminarHoy murió Almudena Grandes, una de las grandes, las letras hispanas están de luto.
Un abrazo grande, maestro.
Un poema muy interesante. Para reflexionar. La mirada ya nos hace interpretar el mundo. Pero con frecuencia nos equivocamos.
ResponderEliminarUn poema muy filosófico
Un abrazo
Me encantan esos ojos de los árboles tan amenazadores y a la vez cómplices.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo Carlos. Feliz domingo.
Hola Carlos,
ResponderEliminarEs por eso que amo la realidad cuántica de la poesía.
Nada es lo que aparenta
Grande Carlos
Un abrazo
La vista, la voz, el oído, el tacto y el gusto... todos los sentidos se complementan para que subjetivamente seamos objetivos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carlos, no voy a entrar en planteos subjetivos sobre la objetividad, sobre si la mirada o la palabra...¿El huevo o la gallina?
ResponderEliminarSon planteos filosóficos para debatir por horas café o trago mediante en un "cafetín porteño".
Sí quiero decir que admiro más en cada nueva entrada tu capacidad de síntesis, tu estilo poético, tu manera de "hacer pensar", tu inteligencia.
Me saco el sombrero amigo! Sinceramente.
Va mi abrazo con deseos de que estés disfrutando del domingo
Parabéns pelo seu texto maravilhoso e pintura. Trabalho muito interessante meu querido amigo Carlos.
ResponderEliminarMe has recordado a eso que se dice: que se come con la vista. aunque tu lo has expresado de manera brillante!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Tudo o que podemos ver tem de permeio o nosso olhar. Um problema que a própria filosofia tem estudado e que você agora nos traz num poema muito reflexivo e belo. O melhor é só vermos o que o coração consente.
ResponderEliminarContinue a cuidar-se, meu Amigo Carlos.
Uma boa semana.
Um beijo.
A veces no podemos nombrar lo que vemos. Las palabras son tan escasas y el mundo es tan grande.
ResponderEliminarEs cierto que el objeto existe antes de mirarlo...Sin embargo, cada cual lo mira e interpreta a su manera, según su formación. Todo es tremendamente subjetivo, por eso nuestro espíritu se enriquece con la mirada e interpretación de los demás, que nos muestran las múltiples caras de la verdad, Carlos. La imagen que nos dejas es muy inspiradora. Los árboles observan, nos llaman, gritan. Ellos esperan que dejemos de lado "el ego" y seamos capaces de ver la grandeza y esencia del milagro de la naturaleza...O quizá nos advierten del peligro inminente al que nos enfrentamos en estos momentos...
ResponderEliminarMi felicitación por tu mirada profunda, que nos invita siempre a pensar, a Ser.
Mi abrazo admirado y agradecido, Carlos.
No sé donde leí que una fotografía es un recuerdo por anticipado.
ResponderEliminarO sea, que ya es ahora y también será después.
Un abrazo inmenso, Carlitos.
Impecable.
ResponderEliminarAntonio Machado y René Magritte bailan trenzados en este poema grandioso, querido amigo
El primero porque se encargó en versos de tus mismas inquietudes filosóficas y poéticas. El segundo porque tiene un cuadro de un jinete que es muy parecida a la imagen que pusiste, y desde la plástica llevó al límite esas mismas inquietudes tuyas.
Abrazazos!