Tengo mellizas, y en sus sólo siete años de vida he comprobado que van alternando ciertas características. Diría que pasa lo mismo con la memoria y el destino, a veces una es la pasajera, otras veces lo es el destino. Quizás porque depende de dónde fijemos la mirada, si en el futuro o en el pasado, porque pareciera que por salud ocular no podemos mirar a los dos lados a la vez. Tal vez los camaleones...
Has escrito un haiku de tremenda profundidad, con una apariencia simple que esconde multitud de preguntas filosóficas. Da para una larga conversación (en mi caso con ron).
Un abrazo enorme, con más cariño que ayer y menos que mañana
Muchas gracias una vez más, Alís, por tan bello inteligente comentario. Ojalá estuviera siempre a la altura de los comentarios que uno recibe lo que a uno le sale o escribe...
Hola Carlos, precioso ese haiku, y muy cierto amigo.
ResponderEliminarPasamos por la vida siendo pasajeros, nada más.
Feliz semana.
Un abrazo
Y va con su maleta a cuestas donde quiera que vaya. :) besos Carlos.
ResponderEliminarDe lo uno venimos y hacia lo otro vamos.
ResponderEliminarSAludos.
ResponderEliminarEs como una adivinanza.
Tengo mellizas, y en sus sólo siete años de vida he comprobado que van alternando ciertas características. Diría que pasa lo mismo con la memoria y el destino, a veces una es la pasajera, otras veces lo es el destino. Quizás porque depende de dónde fijemos la mirada, si en el futuro o en el pasado, porque pareciera que por salud ocular no podemos mirar a los dos lados a la vez. Tal vez los camaleones...
Has escrito un haiku de tremenda profundidad, con una apariencia simple que esconde multitud de preguntas filosóficas. Da para una larga conversación (en mi caso con ron).
Un abrazo enorme, con más cariño que ayer y menos que mañana
Ni más ni menos que como lo dices, Carmen. Igualmente para vos!!
ResponderEliminarMuchas gracias y abrazos.
No hay otro destino que tu camino, Laura. Una vez que lo encuentras, claro.
ResponderEliminarAbrazos y más abrazos.
Muchas gracias una vez más, Alís, por tan bello inteligente comentario. Ojalá estuviera siempre a la altura de los comentarios que uno recibe lo que a uno le sale o escribe...
ResponderEliminarClaro, queda pendiente esa conversación.
Abrazos calcados del tuyo, amiga.
Pienso igual, Manuela, pero de cuál y hacia cuál...
ResponderEliminarAbrazos hasta allá.
Somos pasajeros en el tren de la vida. Lindo poema amigo,. Saludos
ResponderEliminarCreo lo mismo, Sandra, y muchas gracias, tantas como abrazos.
ResponderEliminarPasajeros como en la vida misma
ResponderEliminarestamos de paso ...
Es muy bella la imagen y tus versos
Abrazos Carlos y bello dia
.
Todo está de paso. Nada se detiene, Preciosa. Pasajeros hasta de nosotros mismos, donde fuimos, somos y seremos.
ResponderEliminarMuchas gracias siempre entonces, amiga, y muchos abrazos siempre.
Somos viajeros de la vida, unas veces vamos en tren, y otras veces nos perdemos andando o volando hacia el cielo de los sueños.
ResponderEliminarMuy bonito.
Besos.
De la memoria, pasajero quizá en el tren que quiera; del destino, no hay tu tía, o eso parece.
ResponderEliminarMuchas gracias, María... Cielo y sueños. Me gusta eso.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Nada más que pasajeros del tiempo, Juan. Nada menos...
ResponderEliminarMuy buen haiku Carlos!
ResponderEliminarMe gustó escribirlo, Carmen, muchas gracias y, cosa rara, todavía me gusta.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Excelente haiku, Carlos:
ResponderEliminarBesos
Ana