(Collage de Antonio Mora)
Afuera de mi mirada, a un árbol dejé atadas
Metáforas e instantáneas
Para que no se me pierdan, no se me vayan
Les até fuerte las alas
En la esperanza de que con ellas
Podría luego delinear
Tu voz de menta, tu risa anaranjada
La sinuosa cadencia de tus gemidos
Para los que aún no he podido encontrar
Ninguna posibilidad de olvido
Metáforas e instantáneas que no sé bien
Cómo ni de dónde me han venido
Porque me pasa que a veces se me desfasa
El tiempo del espacio del destino
Y no coordino
Aunque sí puedo dar fe
Que son imágenes que ninguna vigilia o sueño
Que son imágenes que ninguna vigilia o sueño
Jamás pudieron posibilitarme
Ni poner en mi camino
Por lo que no quisiera perderlas
Sería lamentable
Cómo haría si no para reconstruir tu rostro
Y volver a contemplarte
Pero bueno, mejor no pensar en cosas tristes ahora
Que debo adentrarme
En mi memoria
Merodear sus túneles y laberintos
Sus vasos comunicantes
A ver si puedo encontrarte
Allí donde te dejé, rodeada de dudas y temores
Junto a los truenos que después tengo pensado usar
Para alumbrarme
De regreso, afuera de mi mirada
Antes que se desaten y para siempre de mí escapen
Y no pueda siquiera esbozarte
Para al menos después intentar recordarte
(Huangshan Mountains)
Instantáneas que quedarán guardadas por siempre en tu retina y en tu corazón!
ResponderEliminarProfundo, nostálgico y bello poema...y las imágenes perfectas para delinear un paisaje de eterno esplendor.
Abrazos poeta.
Intentas mantener los recuerdos de una forma maravillosa, Carlos
ResponderEliminarUn beso
Es la mejor manera de recordar los buenos momentos, Carlos, manteniéndolos atados al corazón, por siempre y para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias siempre inspiradora Adriana. Hay días en que nada sale, hasta que algo sale. Uno trata de darle forma y a veces lo logra. Que no sé si es el caso pero me gustó intentarlo.
ResponderEliminarAbrazo inmenso.
Qué hermoso eso que decís, Mujer Virtual. Sí, sinceramente lo intento.
ResponderEliminarAbrazos y muchas gracias de nuevo.
Sí, creo que es una bella imagen que me trajo luego el resto... Muy agradecido, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo!
Atados los recuerdos, atados los instantes, atadas las imágenes, las emociones, todas atadas al corazón, imposible desatarlas cuando se anudan de esa manera, mi buen amigo Carlos.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, me siento identificada con tus palabras, gracias por escribir como lo haces de esta manera.
Y sigo comentándote, porque todas tus entradas merecen ser comentadas.
Besos enormes.
No las desates jamás, amiga. Son vivencias, recuerdos y emociones para cuando necesites redimensionarte. Uno es cada instante vivido y a través del tiempo va necesitando ese precioso material para explicarse constantemente.
ResponderEliminarMuchas gracias y abrazos, María.
Magnífico poema, bastante distinto a los que sueles componer últimamente.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Así salen, cada vez más impensadamente. Muchas gracias de nuevo, amigo.
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