(Imagen de Robert & Shana ParkeHarrison)
A veces el impulso es tan intenso
Te juro, sentís que te aguijonea el momento
Y te ves de nuevo en el intento
De tramar formas impensadas
Pronunciar palabras aún vírgenes
Urdir colores vacíos
Articular voces silentes
Y te descubrís, de repente
Atascado en lo que no fue
Jaqueado por lo que percibís pero no ves
Testigo una vez más de las simetrías
Entre la nostalgia de lo que podría haber sido
Y el hallazgo de lo que no es
poemias,
ResponderEliminarhttp://anna-historias.blogspot.com/2018/06/jesus.html?m=1 Me ha gustado tu blog mas amenudo lo visitare.
Besos
Muchas gracias, Anna. Luego paso por el tuyo. Un abrazo.
ResponderEliminarSi Suri supiera leer seguro nos diría exactamente que es ser "testigo"
ResponderEliminarEstás seguro que no fue él quien te ayudó con el fantástico poema?, jajaja.
Risas aparte me encantó... en ocasiones también me siento así "o parecido".
Un abrazo querido Carlos y siempre gracias por tus piropocomentarios*
Muchas gracias, Adriana. Ellos son testigos, ninguna duda, desde el fondo de los tiempos lo viendo siendo. Me gusta eso de piropocomentarios, lo que no quita que sean estrictamente ciertos. Cada vez escribís-sentís-detectás y transmitís mejor y más puramente.
ResponderEliminarAbrazo una vez más agradecido amiga.
Muchas gracias es un placer que pases por mi blog y dejes tu huella en ell.
ResponderEliminara todos nos gusta que nos comentes bien o mal mas que nada para mejorar si el comentario es negativo
Tal cual, Anna. De eso se trata, de mejorar, mientras se intenta capturar un verso que valga la pena...
ResponderEliminarMuchas gracias a vos.
Ah ese instante, que a veces esta entre nuestros brazos y no se materializa, un abrazo Carlos
ResponderEliminarExactamente, Carmen, y allí permanece (entre tus brazos o delante de tus ojos que nadie más tiene) o se evapora también en un instante para luego regresar y aguijonearte una vez más y hacerte sentir ese impulso de ponerlo en palabras... Muchas gracias, amiga.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá...