Vino, nítida
Sustancia de la noche
Brindo contigo
Vino amigo
Oro tibio que llena
Mi copa de sed
Brilla tu curva
Dorada sensualidad
Entre mis labios
Jugo de mujer
Tu íntima tibieza
Inunda mi sed
Ebrio del oro
Que tanto me deleita
Como me nubla
Siento el vino
Luciérnagas chispean
En lo oscuro
"Vino amigo
ResponderEliminarOro tibio que llena
Mi copa de sed"
Salud!
Salud viejo amigo vino. Muchas gracias, Juan. Brindamos juntos.
ResponderEliminarMe gustaron todos Carlos, ademas amo el vino! Un abrazo muy congelado, Santiago esta de tiritar, entre lluvia y nieve es la cosa!
ResponderEliminarMe gusta tu estado lleno de aroma de un vino alentador abrazos siempre
ResponderEliminarY nada menos que vino chileno, Carmen. Portento, elixir si los hay..
ResponderEliminarUn abrazo grande que ojalá te llegue hasta allá.
Muchas gracias siempre inspiradora Mucha, siempre sensual como el vino, como tu prosa, como tu voz buena amiga y compañera.
ResponderEliminarAbrazo inmenso.
Gracias Carlos me emocionaste con tu comentario
ResponderEliminarLa bandera de la mente dio vida al momento
Muchas gracias a vos, Mucha. ¿No ves que me das la razón?... "La bandera de la mente dio vida al momento..." Inolvidable, amiga, sencillamente inolvidable.
ResponderEliminarHermosos!
ResponderEliminarMe recordaron los Rubaiyat...creo que alguna vez te los mencioné, si no fue así, te sugiero los leas son una maravilla.
Besos Súperpoeta.
IV. El vino del amor
Mi pobre corazón de angustia herido
y de locura, no podrá curarse
de esta embriaguez de amor, ni libertarse
de la prisión donde quedó sumido.
Pienso que el día de la creación
en que el vino de amor fue al hombre dado,
el que llenó mi copa fue esenciado
con sangre de mi propio corazón.
Omar Khayyam.
Sublime aporte, Adriana, como siempre. Insuperables versos. Muchas gracias amiga.
ResponderEliminarAbrazo una vez más agradecido.
ResponderEliminarBrido contigo, Carlos.
Por el vino! Por ti!
Error, quise decir brindo.Perdón
ResponderEliminarY yo con vos, amiga. Un gran abrazo.
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