También lo creo yo, que dentro de nosotros, no solo existe el "yo" sino la pluralidad de nuestras emociones, tan distintas a veces, que incluso, nos asombraríamos cuando creemos vamos a tener miedo de algo, y en cambio, cuando llega el momento sabemos actuar, no nos quedamos inmóviles, otras, en cambio, al contrario, y es que somos una caja de sorpresas.
Un placer estar en tu blog, reflexionando con tu entrada.
Muchas gracias, María, somos muchos nunca demasiados, una inconcebible diversidad de nosotros mismos y, como decís, incapaces de siquiera sospechar nuestras infinitas posibilidades.
Un placer tu visita, amiga, y muchas gracias otra vez.
Dentro de nosotros mismos hay muchos yoes. Genial. Abrazo
ResponderEliminarInnumerables, Alicia, en apenas una instancia de vida. Muchas gracias.
ResponderEliminarOtro para vos.
Nada de ser humano unidimensional. Es que casi hay overbooking. Y sino que se lo pregunten... a cualquiera.
ResponderEliminarGenial y por pura conveniencia o necesidad. Muchas gracias, Juan.
ResponderEliminarTambién lo creo yo, que dentro de nosotros, no solo existe el "yo" sino la pluralidad de nuestras emociones, tan distintas a veces, que incluso, nos asombraríamos cuando creemos vamos a tener miedo de algo, y en cambio, cuando llega el momento sabemos actuar, no nos quedamos inmóviles, otras, en cambio, al contrario, y es que somos una caja de sorpresas.
ResponderEliminarUn placer estar en tu blog, reflexionando con tu entrada.
Muchos besos, amigo mío.
Muchas gracias, María, somos muchos nunca demasiados, una inconcebible diversidad de nosotros mismos y, como decís, incapaces de siquiera sospechar nuestras infinitas posibilidades.
ResponderEliminarUn placer tu visita, amiga, y muchas gracias otra vez.
Abrazos y más abrazos.