780. “Esta es una ilustración que hice para un
artículo sobre el escritor Haruki Murakami en Paste Magazine. No había leído
nunca un libro suyo y el artículo despertó mi curiosidad por su trabajo, así
que me compré "Kafka en la orilla" y no pude parar de leerlo.
Incorporé elementos de la vida cotidiana de Murakami como los discos de vinilo,
las pelotas de baseball, comer soba mientras escribe, el infaltable gato. Me
gustó mucho el resultado final.” (Manuel Larino, ilustrador español)
779. "Adoro ver a André Malraux en uniforme
de aviador con un gatito en el pecho…" (Verso del poema "Llegaron a
Tiempo" de Charles Bukowski)
778. Sam Donahue fue un trompetista, saxofonista
y arreglador de jazz nacido en Michigan, Detroit, de gran trayectoria junto a
Gene Krupa, Tommy Dorsey, Benny Goodman, Billy May, Woody Herman, Stan Kenton y
varios otros. Aquí en escena en 1946
tocando con su big band pese a que su gato Hep, al que llevaba adonde fuera que
tuviera una presentación, se escapó de su camarín y correteaba por la pista de
baile sin que nadie pudiera atraparlo ni detener la actuación.
777. Refranes gatunos: “Cuando se le empina el
rabo al gato, no tiene nada en el plato.”
776. “Los gatos reconocen las emociones de uno,
saben cuándo estás triste, feliz o enojado, cuándo acercarse y cuándo no, y yo
diría que en esta última etapa han sido un disfrute absoluto, porque aprendí a
compartir la casa con ellos. Son almas que laten a la par con uno y te ayudan
intensamente a vivir” declaró en una entrevista para www.latercera.com el
músico argentino Pedro Aznar, en la foto con uno de sus gatos, Filippo.
775. Wanda Wulz se unió al movimiento futurista
en 1931 y suya es una de las imágenes más fascinantes e inquietantes de
entonces. Para crearla, ella superpuso su fotografía con la de Mucincina, su
gata de pelaje blanco y negro. El resultado fue la famosa fotografía titulada
“Yo + gato”, en la que ambas se fusionan para plasmar una inédita “cat
woman”, transgresora imagen para la época.
774. “Aún recuerdo, casi íntegro, aquel poema tan
popular en mi infancia, que en uno de sus versos afirmaba: «Caga el gato y lo
tapa.» Francia es, sin duda alguna, el país del mundo con mayor densidad de
caquita de perro por milímetro cuadrado de calle, y si los gatos no fueran tan
independientes y meticulosos, hasta cuando hacen puff, la verdad es que nadie
sabe qué ocurriría con cada milímetro cuadrado de Francia.” (Extraído de Guía triste
de París de Alfredo Bryce Echenique)
773. «Frida es una gatita pequeñita, del tamaño
de un ovillo de lana o de una madeja de hilo. Con su pelo negro brillante, la
cara de yo no fui, las orejas puntiagudas y sus ojos picarones entre verdes y
amarillos, Frida anda siempre por ahí saltando, fregando y alborotándolo todo.
A Frida le gustan muchas cosas: jugar con bolitas de papel, encaramarse sobre
los armarios, esconderse debajo de las cobijas, bajar y subir las escaleras,
mirar por la ventana y ponerse a dar conciertos de maullidos en las tardes...
pero lo que más le gusta de todo es pasear por la casa montada en el hombro del
primero que se le arrime cuando ella está pereceando es su sillón preferido. De
todas maneras, a nosotros nos encantan esas travesuras que nos mantienen
entretenidos, en especial a Martina, quien ahora vive dichosa con su gata
melindrosa…» reseña en su blog el poeta colombiano Rafael Humberto Lizarazo
Goyeneche antes de presentar su soneto decasílado, Frida: “A Martina le agradan
los gatos / pues con ellos la pasa muy bien, / entre juegos y muy buenos ratos
/ y locuras del uno hasta el cien. / Quiebran vasos, pocillos y platos / y
jarrones y focos también, / se columpian en los garabatos / y arañazos me dan
en la sien. / Frida tiene por nombre, la gata, / es artista, le gusta cantar /
y se viste de un negro color. / Con maullidos me da serenata / en las tardes de
grato soñar: / una dama... con voz de tenor.” (La Gatita de Martina, publicado
el martes 27 de abril de 2021 en
https://misversos-rahulig.blogspot.com/2021/04/la-gatita-de-martina.html)
772. “Imagino mi casa: / una mujer que signifique
algo / un gato entre mis libros / y amigos todo el año. / Porque sin ellos no
puedo vivir.” (El gato, grabado en madera del pintor y artista gráfico Raoul
Dufy, una de las ilustraciones que integran El Bestiario o Cortejo de Orfeo
publicado en 1911 por el poeta Guillaume Apollinaire)
771. Ramiro Calle es un maestro de yoga nacido en
1943 en Madrid, pionero en introducir esta disciplina en España: «El más
elevado es el “yoga del amor a los animales” y nadie se merece más que ellos
ser reconocidos como yoguis. Cuando estamos relajados los animales lo perciben,
igual si estamos tensos o disgustados. Mi gato Emile me ayuda a abrir mi
corazón. Le encanta que yo haga yoga sobre la alfombra en la que él hace como
nadie el savasana o relajacion yóguica. Desde el silencio interior nos
hablamos, porque como dijera el gran yogui Ramana Maharshi, no hay lenguaje más
elocuente que el del silencio…»