980. Philip Burne-Jones, segundo baronet
(1861-1926), fue el hijo mayor del prerrafaelista británico Sir Edward
Burne-Jones, pero luego se convirtió en un pintor muy conocido por derecho
propio, con más de sesenta pinturas, que incluyeron retratos, paisajes, y
fantasías poéticas. Amante de la pintura y de los gatos, cuentan que para su
más conocida pintura, “Le Vampire”, se inspiró en los delicados sensuales
movimientos de su gata al despertarlo cada mañana, subiéndose sigilosa por las
sábanas y deslizándose seductora encima suyo para luego retozar ronroneando
sobre su pecho.
979. “Gatico-Gatico cuenta la historia de un gato pequeño tan pero tan pequeño que debe huir de la ciudad y volver a la selva para reencontrarse consigo mismo y descubrir su verdadera identidad. Durante su peripecia Gatico descubrirá que llevar en su nombre un diminutivo es sinónimo de debilidad y que quizá no sea una buena idea que un animal tan temerario como él siga usándolo. En las páginas de este libro vemos escenarios coloridos, chillones y oníricos que, en ocasiones, nos recuerdan al neobarroco cubano. Así, una selva es descrita como un sitio «tan enmarañado y lleno de pájaros de todos los colores que cantaban a dúo, o en coro, como en una fiesta de mariachis». Entre tales vibrantes formas nos adentramos en Gatico-Gatico gracias a las vívidas ilustraciones que reflejan sus extraños encuentros con diversos animales que platican, juegan con él o se burlan de su apariencia. El desenlace es una lección para niños y adultos puesto que provoca la reflexión sobre la asimilación de la madurez. Gatico, llegado su final, termina siendo inmortalizado por el escultor Botero en una calle parisina. La moraleja, descubrirá el lector, cobra entonces un ingenioso giro barroco. Gatico-Gatico es una oportunidad entrañable para descubrir una cara distinta, la de uno de los escritores más idiosincráticos de nuestra literatura latinoamericana. Grato siempre es descubrir una joya así en medio de la obra de un escritor tan complejo como singular, el artista cubano Severo Sarduy." (Extractado de la reseña sobre Gatico-Gatico firmada por Juan Pablo Ramos para para http://melimelo.com.mx)
978. “Cal, tiza, ahí, blanco compacto, piedra sin
poros, aquí polvo lunar o enana blanca que vetea láminas de arena naranja, de
tierra mate, de arcilla deslavada, de adobe azafrán: muros de Meknés: tejido
desmenuzable cuya armazón la componen caparazones teñidos de negro, restos de
cristal arrebatado a los mercaderes de Marrakech, tallos de menta mascados por
adorables gatos…” (Este texto de Severo Sarduy apareció en el catálogo de la
exposición de Ramón Alejandro, en la galería Jacques Desbrière de París en
1971. Misterioso texto del escritor cubano exiliado amante de los gatos. En la
foto junto a uno de sus siameses en su casa de Saint-Léonard en los alrededores
de París en 1972)
977. Marisol Moreno es una chica de garras tomar.
Esta alicantina de 37 años, humorista política y concejala de Protección de los
Animales, cuida de los 6.000 gatos callejeros de su ciudad en donde hasta
tienen un policía local dedicado a protegerlos.
“Daryl es mi gata ciega y mi pastilla de la tranquilidad. Me hace reír
todo el tiempo” dice Marisol en un descanso de las Jornadas Felinas Europeas de
Barcelona. “Me avisa de que es hora de despertar. La rescaté de cachorra un día
que llovía mucho en Alicante. Se la llevaba el agua e iba a colarse por un
sumidero. Cuando logré cogerla estaba ya muy mal, tenía una infección en la
cabeza muy grande y un globo ocular le había explotado. Hubo que vaciarle las
cuencas de los ojos, por lo que se quedó ciega y pasó mucho tiempo en el
veterinario después de aquello. Casi muere tres veces. Pero tenía unas ganas de
vivir espectaculares y lo logró. La llamé Daryl por Daryl Hannah y por su personaje
en la película Kill Bill de Tarantino, a la que también le falta un ojo. Ahora tiene dos años, es una gata
impresionante y el animal más feliz que conozco. No parece importarle no ver.
Sinceramente, rescatar a Daryl es lo mejor que he hecho en mi vida.”
(Extractado del muy recomendable blog de la periodista Eva San Martín http://enelnombredelgato.com/)
976. “Esta mañana salí muy temprano / dormías y
no quise despertarte / Llevé tus recetas, en la farmacia me dieron todo al 100%
/Antes de entrar al trabajo vi dos gatos pequeños, sobre un contenedor de
escombros / Les saqué una foto y la subí a las redes / Nadie reclamó por ellos
/Nadie se ofreció a cuidarlos / Qué triste, pensé, dormir a la intemperie, con
este frío / Cuando salí aún estaban allí / Agarré esta caja, puse adentro mi
bufanda y me los traje / No estamos tan solas, mamá, nos tenemos” (Poema de
Laura Martín Osorio de su libro “Por la cañada del arroyo seco” de Fractura
Ediciones)
975. Inglaterra se despidió del Mundial de Qatar
2022 en cuartos de final tras caer 2-1 ante Francia, pero pese a la dolorosa
derrota, hay dos jugadores del conjunto inglés que no se fueron con las manos
vacías de Medio Oriente. Se trata de Kyle Walker y John Stones, jugadores del
Manchester City, quienes decidieron adoptar a un gato callejero (en Qatar, como
en todo el mundo árabe, se ven gatos por todos lados; son lo que en la India
las vacas para los hindúes) al que llamaron Dave y que se les había aparecido
en los entrenamientos. A través de un video en redes sociales compartido por la
Asociación de Futbol de Inglaterra (FA), Walker contó: “El primer día que llegamos
apareció Dave. Todas las noches se sentaba allí quietito esperando su comida”
tras lo cual Stones agregó: “Hay gente a la que no le gustan los gatos... pero
yo los amo”. Luego explicaron que por disposición de las autoridades de
inmigración británicas Dave tendrá que pasar cuatro meses en cuarentena antes
de poder reunirse de nuevo con ellos… (Extractado de https://www.marca.com/)
974. Gatos tuvo toda su vida pero un día, a mediados de los 60's, Hans Ruedi Giger decidió que en adelante todos se llamarían Müggi, nombre que le resultaba muy tierno. El primero convivió con el artista y su pareja y modelo Li Tobler durante casi toda la década del 70 hasta que una noche desapareció en el bosque trasero de la casa y jamás lo volvieron a ver. La depresión por la pérdida fue tal que de inmediato consiguieron otro gato y lo llamaron Müggi II, el cual vivió 18 años y fue enterrado por el propio Giger en su jardín. Luego tuvieron a Müggi III, el cual primero sobrevivió a Li y después a Giger, y está actualmente siendo cuidado por Carmen María, una de sus ex-esposas y directora del HR Giger Museum localizado en St-Germain Castle en Gruyères.
973. “Como cada noche de ese frío invierno,
Francisca, comenzó su rutina; se preparó el té, eligió un bombón de chocolate y
los puso en la mesita junto a su sillón predilecto, mientras en su equipo de
música sonaba la sonata N° 16 para piano de Mozart. Se sentó cubriendo sus
piernas con la manta tejida al crochet de divertidos colores, abrió el libro
que estaba leyendo en la página donde lo había dejado la noche anterior,
mientras Toto, su gato, se acomodó en su regazo y comenzó su ronroneo
placentero hasta dormirse. Y como cada noche, luego de un rato de lectura,
comenzó a vencerla el sueño. El té se enfrió en la taza, la música dejó de
sonar mientras el libro yacía a su lado caído sobre la alfombra, Toto con la
mirada perdida se dirigió a la ventana, observaba la calle... Una galaxia muy
lejana escondía un oscuro planeta devastado por las guerras interestelares, los
humanoides a punto de partir; un agujero de gusano es el camino,
espacio-tiempo, ese gran atajo a través del tiempo y espacio, velocidad de la
luz, iniciaban el viaje... La misión: descubrir un nuevo planeta habitable.
Francisca abrió un poco los ojos, con somnolencia abandonó el sillón, llamó a
Toto, pero éste no apartaba la vista de esa ventana y movía la cola en señal de
enojo (su sexto sentido le hacía percibir algo) ella se retiró a su cuarto, donde
inmediatamente se volvió a dormir. Miles de ojos observando detrás de las
ventanas, las sombras avanzando silenciosas... Al despuntar el alba, para
sorpresa de Francisca, Toto no estaba durmiendo a sus pies como cada noche,
salió a buscarlo. Lo encontró aún frente a la ventana, los ojos fríos
observando la calle, la mirada gélida, inexpresiva... Una frialdad de hielo
cubría toda la Tierra.” (“Tras la mirada”, microrrelato de Patricia Fulvey, en
la foto junto a su gato Romeo, publicado en el muy recomendable blog https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/)
972. Georges Croegaert (1848-1923) fue un pintor belga del clasicismo que viró al arte anticlerical. Es famosa su serie de pinturas “Los gatos de los cardenales” en las que además de su riguroso detallismo y los estridentes rojos de las sotanas no dejaba duda de la corrosiva mirada que tenía respecto de los personajes que retrataba junto a gatos persas o cualunques, de cualquier raza, también como alusión a la mítica figura del célebre devoto amante de gatos Armand Jean du Plessis, Duke of Richelieu, más conocido como Cardenal Richelieu.
971. Disco de Ry Cooder: ‘My name is Buddy’. El Buddy del título es un gato que atraviesa los Estados Unidos tras el crack del 29. Un recorrido poético hermoso, las letras son increíbles y cuentan historias sobre Hank Williams, el trovador folk por antonomasia junto con Woody Guthrie o Pete Seeger. Un disco para escuchar desprejuiciadamente, apreciando las sonadas mexicanas, los ritmos fronterizos, el bluegrass o el jazz, y los ribetes más rockeros siempre melodiosos, aquí no hay estridencias, en la senda del Bob Dylan reciente. “La música de hoy suena falsa porque nos hemos dejado arrebatar la memoria" dijo Ry Cooder en la entrevista de lanzamiento. “El gato viajero protagonista de esto es de lo más sincero… porque no hay nada más sincero que un gato”. Este es un disco que sigue la misma línea o hilo político-social de las causas del proletariado. Ry Cooder denuncia y ataca las grietas inocultables de la pacata sociedad norteamericana. A través de Buddy, un gato rojo de pelaje y en espíritu rebelde y de su amigo Lefty, el ratón zurdo, recorre un camino de reivindicación y lucha contra la opresión y las injusticias que bordea verdaderos emblemáticos hitos de la historia de los Estados Unidos, algunos de los cuales están, según Cooder, a punto de desaparecer a manos de la desmemoria y el deseo de la clase media de no sentirse trabajadora nunca más.
Adoro i gatti.....tutti! Un sorriso,silvia
ResponderEliminarSentimos igual, Silvia. Abrazo hasta allá.
ResponderEliminarMe ha encantado este completísimo gaterío. Te leo con Nana en mi regazo, si es que son seres maravillosos. Voy a ver ese cuadro inspirado en los movimientos de una gata, me has dado curiosidad.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Noelia. Revuerdo que ya vienes tú en el Gaterío (7 de febrero) junto a tu bella Nana. Besos para ambas.
EliminarEste apartado gatuno siempre es la mar de interesante. Aunque no lo he podido leer completo por los motivos de visión, ya que estoy todavía a la espera de la operación de cataratas y al ser letra pequeña en blanco sobre fondo negro me dificulta mucho su lectura.
ResponderEliminarUn gran abrazo estimado amigo Carlos.
Muchas gracias amigo. Me operé de cataratas en 2020, increíble, duró 15 minutos la intervención y tengo una visión tan esplendorosa como la que vas a tener vos...
EliminarAbrazo amigazo!!
Leer estas historias de gatos es entrar de lleno en su mundo zen.
ResponderEliminarTengo que decirte que hemos aumentado la familia. Martín ha venido para quedarse. Pronto haré su presentación...
Mil Miaubesitos más, amigo Carlos ❤️
Muero de amor por Martin (y por Will que no se me ponga celoso) y dile que ardo en deseos de que junto a vos y uno de tus textos por supuesto integre el Gaterío...
ResponderEliminarMuchas gracias siempre, Auro amiga.
Para el día del Gato... será su presentación. Millones de gracias, amigo Carlos.
EliminarMi abrazo grande con mi cariño ♥
Hermosa noticia, amiga.
EliminarEs tan lindo ver tantas historias gatunas en esta Bolsa de Gatos!
ResponderEliminarNo importa que ya las haya leído en cada Gaterío, vuelvo a regocijarme dándoles una nueva lectura a cada párrafo.
Beso ¡buen finde!
Me encanta esta sección y me alegra que la disfruten. Me acerco a la entrada 1000 y sabés qué, tengo material como para llegar a las 5000...
EliminarAbrazo hasta vos.
Otra grandiosa Bolsa, amigazo!
ResponderEliminarMe alegra ver la historia de los futbolistas ingleses en Catar, ya me había olvidado que te lo había mencionado.
Es que últimamente, cada vez que veo alguna noticia o novedad sobre gatos, me acuerdo de vos. Ya es inevitable.
Abrazazooo
Otra gran aporte, amigazo. Ni bien me lo contaste busqué la foto y ahí está. Abrazazo agradecidísimo.
EliminarBuddy me llegó al mismo centro del corazón.
ResponderEliminarLa Bolsa de Gatos estuvo hoy muy interesante (como siempre). Me gusta.
Abrazo, Carlos.
Gran disco de Ry Cooder, una vez más... Muchas gracias, amiga.
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