No es fácil, Carlos, nada fácil, como si se tratara de una simple operación de sumas y restas, lo importante es que el resultado sea positivo. Hagamos pie, yo lo hago ahora ... te espero, amigo. Un abrazo.
La Historia nos precede, y pese a lo no aprendido, ni nuestras lágrimas la ayudan a sobrevivir. Hacer pie en un mar de lágrimas no es fácil ni debe serlo...
Besos, estimado Carlos, y mil gracias por tu presencia y lecturas.
Somos cambio, evolución, impermanencia, pero también somos una parte de esencia permanente, inmutable, perenne, y ese equilibrio es el que consigue que ese pie no se hunda y sepa dónde tiene tierra firme.
Ser nosotros mismos a veces tiene ese precio...el perder el pie y sentir que nos hundimos. Pero desde ese vacío,volvemos a salir a la superficie, casi siempre reforzados. Qué belleza.
Somos mutantes de nosotros mismos. Seres que a veces se atreven al cambio y a veces sucumben a él de forma involuntaria. Con entreno logramos hacer pie en nosotros mismos, a base de las lágrimas bajen de nivel y la vida nos llene de experiencia.
Como siempre me he quedado pensando ante tus letras… y en mi cabeza se formaban de distinta manera…
”¿No siempre soy yo? ¿Quién acaso puede no serlo? Permanezco. En mí logro hacer pie. Al menos un momento.”
Soy una convencida que somos como un prisma, muchos lados, muchos ángulos… algunos luminosos y otros no tanto… y lo somos siempre, sólo que a veces algunos no se perciben a simple vista… pero somos. Y aceptarlos, todos estos “perfiles”, hasta los más filosos, es el gran desafío… y que lo acepten los demás, quienes tenemos al lado… pues eso directamente es lo maravilloso de la vida.
Besotes hasta allá… y discúlpame el “deliro” de esta mañana de domingo.
Con esa impermanencia que citas, creo que te estás refiriendo a nuestra constate evolución, porque en todas las estaciones vamos mutando, el cuerpo, la mente y a su vez, la decisión de nuestras palabras y acciones. Ciertamente a los 18 años somos mucho más impulsivos que a los 40, 50 o 60. El tema es que hay horas en que no nos reconocemos porque nos llega una experiencia más potente o porque simple o complejamente transitamos una crisis de identidad.
Pero eso somos nosotros, tú, yo y todos, seres conteniendo un baile interno que a veces da tropiezos y pasos en falso, pero que es parte primordial de nuestra naturaleza y existencia, ya que le da sentido a estar en esta realidad, nacer, experimentar, aprender, evolucionar, trascender. No obstante esto, nunca nos pareceremos a otro, porque a cada uno nos sostiene un tejido único, hecho con hilos puros venidos del cielo que son un tesoro del alma.
Te mando un abrazo con la música de mi actual danza. Paty
El yo físico, el yo anímico, el yo emocional... No permanece en el tiempo, ni siquiera el tiempo es el mismo. Todo es imperecedero, amigo mío. Me encanta la imagen que has elegido.
Uyy! Cuantos versos para reflexionar... Lo intentaré pero soy de las que "Solamente muero los domingos y los lunes ya me siento bien" Y más aun con la falta de sol.
Lo intento amigo. Si con IMPERMANEZCO te refieres al constante cambio, pues ¡enhorabuena! Creo que también la vida en este sentido tiene épocas mesetas y épocas montañas Momentos en los que nos quedamos estáticos, momentos en que avanzamos y retrocedemos y volvemos a avanzar, como si estuviéramos escalando. ¡Y tantas veces bordeamos el abismo! Obvio...no queremos caer en él y entonces nos alejamos y volvemos a escalar. Y, me parece, en este "devenir evolutivo" nuestro YO más íntimo, nuestra esencia permanece. ¡Muy gráfica la imagen para acompañar tu reflexión! Abrazo va
Siempre que exista una impermanencia, es porque hemos existido en el tiempo y hemos experimentados ciertos cambios. Lo importante no es hundirse, ya que lo más probable es que sean varias veces a lo largo de nuestras vidas, lo importante es saber salir a flote en cada momento, y cada vez más fuertes. La vida es una constante lucha amigo Carlos, y como tal, lo relevante es que no nos gane la partida. Un bellísimo tanka para un feliz fin de semana. Un gran abrazo, amigo poeta.
Maremotos violentos en las rodillas amigo, el suelo no siempre està firme, aunque saber que està paradojicamente nos deja tranquilos no? Pasarà.. Saludos luego de tanto tiempo..
Esa maldita manía nuestra de pasar por la vida recogiendo información y procesando la con la condición del tiempo y el alrededor, siempre transformándonos.
Ser sempre a mesma pessoa também cansa. Por isso é tão importante que mudemos dentro de nós sem receios. Interessante a imagem que usou como se estivesse pronto para a fuga. Uma boa semana com muita saúde, meu Amigo Carlos. Um beijo.
Me encanta... Qué logrado, qué bueno. "En mí no logro hacer pie..." Es tarea imposible, pero nos consolamos con la ilusión de que tenemos esquinas y un fondo... y hasta un suelo donde pisamos. La imagen es muy buena, parece hecha para mi propio poema. Un besazo :)
No logro hacer pie y me arrastra la ola del tiempo, que regresa y se va. Tiro una botella con mensaje, quizás en otra playa, alguien que medio se ahoga, lo pueda responder.
Uff, Carlos...No podemos hacer pie largo rato, porque somos una constante lucha entre cuerpo y alma. Además nuestro entorno, el mundo en general nos influye. También otros mundos que no conocemos, nos hieren, nos inspiran, nos mueven...Giramos como los planetas, nos encendemos y apagamos como las estrellas. Nuestro espíritu nos llama, nos incita a mejorar, a transformarnos. En fin, que logras siempre hacernos pensar y ser conscientes de lo "poco o mucho" que somos. Mi abrazo entrañable y feliz semana, amigo.
"En mí no logro hacer pie" tiene mucho que ver con esa imagen, que por otro lado, me gustaría saber de quién es. Me hace acordar mucho a la tapa del disco Azul de Los Piojos, seguramente inspirada también en La Ola.
No es fácil, Carlos, nada fácil, como si se tratara de una simple operación de sumas y restas, lo importante es que el resultado sea positivo.
ResponderEliminarHagamos pie, yo lo hago ahora ... te espero, amigo.
Un abrazo.
La Historia nos precede, y pese a lo no aprendido, ni nuestras lágrimas la ayudan a sobrevivir.
ResponderEliminarHacer pie en un mar de lágrimas no es fácil ni debe serlo...
Besos, estimado Carlos, y mil gracias por tu presencia y lecturas.
Yo creo que nadie puede hacer pie.
ResponderEliminarImpermanecemos en una nada absurda donde todo se resume en sobrevivir.
Abrazo siempre admirado.
Somos cambio, evolución, impermanencia, pero también somos una parte de esencia permanente, inmutable, perenne, y ese equilibrio es el que consigue que ese pie no se hunda y sepa dónde tiene tierra firme.
ResponderEliminarAdmirada como siempre y me voy pensando.
Un beso (,) grande :)
Ser nosotros mismos a veces tiene ese precio...el perder el pie y sentir que nos hundimos. Pero desde ese vacío,volvemos a salir a la superficie, casi siempre reforzados.
ResponderEliminarQué belleza.
A volte è difficile immedesimarsi in sè stessi...
ResponderEliminarBuona domenica Carlos,silvia
La impermanencia es lo único que dura.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Carlos.
Somos mutantes de nosotros mismos.
ResponderEliminarSeres que a veces se atreven al cambio y a veces sucumben a él de forma involuntaria.
Con entreno logramos hacer pie en nosotros mismos, a base de las lágrimas bajen de nivel y la vida nos llene de experiencia.
Un abrazo.
Tu profundidad te impide hacer pie en ti mismo... otros corren por sus superficies insípidas e insustanciales.
ResponderEliminarAbrazo agradecido y admirado.
Genial tanka a vece uno es y no es. Te mando un beso.
ResponderEliminarComo siempre me he quedado pensando ante tus letras… y en mi cabeza se formaban de distinta manera…
ResponderEliminar”¿No siempre soy yo?
¿Quién acaso puede no serlo?
Permanezco.
En mí logro hacer pie.
Al menos un momento.”
Soy una convencida que somos como un prisma, muchos lados, muchos ángulos… algunos luminosos y otros no tanto… y lo somos siempre, sólo que a veces algunos no se perciben a simple vista… pero somos. Y aceptarlos, todos estos “perfiles”, hasta los más filosos, es el gran desafío… y que lo acepten los demás, quienes tenemos al lado… pues eso directamente es lo maravilloso de la vida.
Besotes hasta allá… y discúlpame el “deliro” de esta mañana de domingo.
Con esa impermanencia que citas, creo que te estás refiriendo a nuestra constate evolución, porque en todas las estaciones vamos mutando, el cuerpo, la mente y a su vez, la decisión de nuestras palabras y acciones. Ciertamente a los 18 años somos mucho más impulsivos que a los 40, 50 o 60. El tema es que hay horas en que no nos reconocemos porque nos llega una experiencia más potente o porque simple o complejamente transitamos una crisis de identidad.
ResponderEliminarPero eso somos nosotros, tú, yo y todos, seres conteniendo un baile interno que a veces da tropiezos y pasos en falso, pero que es parte primordial de nuestra naturaleza y existencia, ya que le da sentido a estar en esta realidad, nacer, experimentar, aprender, evolucionar, trascender. No obstante esto, nunca nos pareceremos a otro, porque a cada uno nos sostiene un tejido único, hecho con hilos puros venidos del cielo que son un tesoro del alma.
Te mando un abrazo con la música de mi actual danza. Paty
El yo físico, el yo anímico, el yo emocional... No permanece en el tiempo, ni siquiera el tiempo es el mismo. Todo es imperecedero, amigo mío. Me encanta la imagen que has elegido.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día, Carlos
Uyy! Cuantos versos para reflexionar...
ResponderEliminarLo intentaré pero
soy de las que "Solamente muero los domingos y los lunes ya me siento bien"
Y más aun con la falta de sol.
Lo intento amigo.
Si con IMPERMANEZCO te refieres al constante cambio, pues
¡enhorabuena!
Creo que también la vida en este sentido tiene épocas mesetas y épocas montañas
Momentos en los que nos quedamos estáticos, momentos en que avanzamos y retrocedemos y volvemos a avanzar, como si estuviéramos escalando. ¡Y tantas veces bordeamos el abismo! Obvio...no queremos caer en él y entonces nos alejamos y volvemos a escalar.
Y, me parece, en este "devenir evolutivo" nuestro YO más íntimo, nuestra esencia permanece.
¡Muy gráfica la imagen para acompañar tu reflexión!
Abrazo va
Siempre que exista una impermanencia, es porque hemos existido en el tiempo y hemos experimentados ciertos cambios. Lo importante no es hundirse, ya que lo más probable es que sean varias veces a lo largo de nuestras vidas, lo importante es saber salir a flote en cada momento, y cada vez más fuertes. La vida es una constante lucha amigo Carlos, y como tal, lo relevante es que no nos gane la partida.
ResponderEliminarUn bellísimo tanka para un feliz fin de semana.
Un gran abrazo, amigo poeta.
Cambiamos, lo importante es que sea para mejor ...vamos constantemente reaprendiendo en el camino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maremotos violentos en las rodillas amigo, el suelo no siempre està firme, aunque saber que està paradojicamente nos deja tranquilos no?
ResponderEliminarPasarà..
Saludos luego de tanto tiempo..
Un tanka que expresa a la perfección la impermanencia.
ResponderEliminarUn beso enorme
Cambiar, aprender y crecer hasta el final...
ResponderEliminarMuito expresiva, Carlos.
Buena semana. Abraço.
~~~~
Esa maldita manía nuestra de pasar por la vida recogiendo información y procesando la con la condición del tiempo y el alrededor, siempre transformándonos.
ResponderEliminarSaldos.
Vamos cambiando pero siempre somos..... Saludos amigo Carlos.
ResponderEliminarSer sempre a mesma pessoa também cansa. Por isso é tão importante que mudemos dentro de nós sem receios. Interessante a imagem que usou como se estivesse pronto para a fuga.
ResponderEliminarUma boa semana com muita saúde, meu Amigo Carlos.
Um beijo.
Me encanta... Qué logrado, qué bueno.
ResponderEliminar"En mí no logro hacer pie..." Es tarea imposible, pero nos consolamos con la ilusión de que tenemos esquinas y un fondo... y hasta un suelo donde pisamos.
La imagen es muy buena, parece hecha para mi propio poema.
Un besazo :)
Carlos,
ResponderEliminarMas quem seríamos?
Eu só sei ser
Eu mesma.
Bjins de encantamento
CatiahoAlc.
Hay tantos sentimientos encontrados dentro de nosotros mismos, tantos yo... Lo has descrito de manera magistral!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
No logro hacer pie y me arrastra la ola del tiempo, que regresa y se va. Tiro una botella con mensaje, quizás en otra playa, alguien que medio se ahoga, lo pueda responder.
ResponderEliminarUff, Carlos...No podemos hacer pie largo rato, porque somos una constante lucha entre cuerpo y alma. Además nuestro entorno, el mundo en general nos influye. También otros mundos que no conocemos, nos hieren, nos inspiran, nos mueven...Giramos como los planetas, nos encendemos y apagamos como las estrellas. Nuestro espíritu nos llama, nos incita a mejorar, a transformarnos.
ResponderEliminarEn fin, que logras siempre hacernos pensar y ser conscientes de lo "poco o mucho" que somos.
Mi abrazo entrañable y feliz semana, amigo.
Pues ahora, ni te digo.
ResponderEliminar¿Quién es el guapo que hoy
se atreve a mantener un símismo
sin tambalearse?
Y vamos por el tercer año...
"En mí no logro hacer pie" tiene mucho que ver con esa imagen, que por otro lado, me gustaría saber de quién es.
ResponderEliminarMe hace acordar mucho a la tapa del disco Azul de Los Piojos, seguramente inspirada también en La Ola.
Abrazazos