540. “Recién llegado a Buenos Aires Witold
Gombrowicz mostraba su desprecio por los poetas, pero amaba con sus modales displicentes
a los gatos que rondaban las viejas pizzerías del barrio de Palermo…” (“Los
gatos” de Carlos Peirano en http://www.cavila.cl)
539. «Hace unos
años escribí en esta misma página acerca de un breve libro de Sylvia Molloy
llamado “Desarticulaciones”. El artículo apareció junto a una notable foto de
ella, el pelo corto canoso, casi punk, junto a uno de sus gatos. Fue escrito
luego de leer su libro en un avión rumbo a la Universidad Brown, donde me la
iba a topar, quizás, en un seminario. Le temía, me habían dicho que era
anti-narrativa, densa, odiaba todo lo anglo, lo americano, lo imperialista, lo
pop. O sea, me sentí en la mira, acosado. Me parecía que era algo así como la
enemiga y que no teníamos nada en común. Nunca la había leído. Sólo le temía y
estaba lleno de prejuicios. Al final no me la topé ni la conocí ni asistí a su
conferencia. » (Artículo de Alberto Fuguet para http://www.quepasa.cl)
538. “En algún momento del día, cada día, a
media tarde suele ser, llueva o truene, ellos y yo tenemos nuestra cita, ellos,
digo, algunos de mis gatos, puesto que tengo varios, vienen adonde me recuesto,
dormito un rato, pienso otro poco, entre sueños, y alisto mi voz, a capella, mientras
ellos ronronean sobre mí, me dan calor y me estimulan a mejorar mi voz, y a
mejorar también yo, en todo sentido. Ustedes me entienden…” dijo Aaron Neville,
cantante de soul y pop estadounidense.
537. «El
matrimonio nunca me atrajo. He preferido vivir en comunión e intimidad con mi
casa grande, mi taller, mis obras y mis gatos... Un hombre que me haga de
amante y otro que sea más bien mi amigo. Así siempre me ha funcionado. Eso sí, que
no me falten mis gatos», respondió tajante Leonor Fini, pintora, novelista,
diseñadora de vestuario, escenógrafa de teatro, artista argentina practicamente
desconocida en Argentina.
536. “Narrado
por el mismísimo Orson Welles, “A Soft Self Portrait” es un peculiar documental-autorretrato
de Salvador Dalí, bastante dañino para la salud mental de cualquiera, aunque no
por ello carece de interés. En él vemos a este gran artista surgir de un huevo
gigante que eclosiona junto al mar, así como pronunciando un inglés que hace
parecer a Franco alumno de Eton, dando rienda suelta a su creatividad en toda
clase de artes plásticas, gesticulando ante la cámara como el personaje que
incomprensiblemente aún no ha interpretado Jim Carrey y, en un momento cumbre,
tocando el instrumento musical definitivo: un Katzenklavier o Piano de Gatos
del que existen algunas descripciones del Siglo XVII, aunque no hay constancia
de que se llegara a fabricar realmente...” (Para leer completo en
https://www.jotdown.es/2016/07/piano-gatos-dali-otros-instrumentos-imposibles/)
535. “El gato
gordo ante su plato / hace rato que sueña al parecer / devora en leche y en
escabeche ratones a placer / más es posible que, tigre libre vaya vagando,
cuando / erguido y furtivo, oye un rugido / van riñendo y bramando / sus
enjutos y ajados congéneres / guardando en su guarida del Este / para fiesta de
bestias / gente gorda y mullida. / El enorme león grandulón / cimitarra afilada
en la garra / y sangrientos e hirientes dientes en la quijada / el leopardo
pardo, aquel que apresa por sorpresa / veloz, cayendo en vuelo del cielo al
suelo / fugaz, voraz, feroz / junto al gemir de la jungla / juegan ahora lejos,
fieros animalejos / y él, manso y sin reflejos / el gato ante su plato / hace
rato que vive holgada vida / Pero jamás olvida.” ("Gato”, poema de J.R.R.
Tolkien (1892-1973), con la ilustración imaginada por Alan Lee para el
personaje gatuno de la saga Tolkien: Tevildo, el maligno Príncipe de los Gatos)
534. Ang Kiukok
(1 de marzo de 1931 - 9 de mayo de 2005), notable artista filipino de origen
chino amante de los gatos. Se cumple hoy un nuevo aniversario de su
fallecimiento.
533. Cierta vez un grupo de jóvenes poetas visitó en su casa a Giuseppe Ungaretti, de quien se decía que era un viejo
cabrón, para escucharlo hablar sobre poesía. La charla apenas se iniciaba
cuando inesperadamente Ungaretti se incorporó a los gritos, furibundo: “No me
interesa la poesía, me aburre, o es que acaso no están enterados: los gatos son
poesía…” y abandonó la charla sin despedirse siquiera.
532. “¿Que cómo
defino yo la magia? ¿No le parece mágica mi gata? Los gatos son mágicos.”
(Leonora Carrington, artista surrealista inglesa nacionalizada mexicana)
531. “A los
judíos no les gustan mucho los perros. Debe ser porque los perros te ladran, te
persiguen, te muerden. Y hace ya mucho tiempo que a los judíos les ladran, los
persiguen y los muerden, por lo que prefieren a los gatos. Bueno, no sé qué
pensarán los demás judíos, pero mi dueño dice siempre eso...” Así comienza ‘El
gato del rabino’ del prolífico escritor y dibujante de comic Joann Sfar, en la
foto junto a Imhotep, su gato, su inspiración.
Me ha encantado tu entrada, amigo Carlos, será porque yo soy una enamorada de los gatos... Ahora mismo tengo cerca al mío... Solo con verle ya existe la magia y la paz.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz noche.
Me encanta lo que me contás, Auroratris, y que prueba que de vos también extraen esa magia y esa paz.
ResponderEliminarAbrazos y besos, amiga!!
Me he divertido con esta entrada y no porque los gatos sean mi pasión...
ResponderEliminarno me desagradan , pero no muero por ellos , aunque ellos sí les encanta estar conmigo, es algo extraño eso...pero tengo gatos amigos, que llegan a mi patio a acompañarme un rato...quizás escapan de los perros y cuando voy a visitar a mi hermano, que él sí tiene alma de gato, sus animalitos se acurrucan a mi lado...bueno creo que uno no puede negar la conexión, aunque estoy convencida que los gatos jamás han dado su alma al ser humano , ellos no son como los perros , al final ellos abandonan...son libres y desagradecidos jejeje
Interesante reflexión, amiga, aunque no comparto su conclusión, pero igualmente la respeto porque lo verdaderamente objetivo es la subjetividad de cada cual, ya humano o gato, libre y no complaciente como bien has advertido... Para qué me darían su alma si no la necesito?
ResponderEliminarAbrazo grande.