Buscaba
una sombra donde ocultarme
Cuando
encontré esta forma de estar ausente
De
no ser yo todo el tiempo realmente
Para
que nadie nunca pueda identificarme
Tengo
de sobra todo lo que me falta
Un
vacío tal como no cabe en este universo
A
veces lo que me urge es escribir un verso
Con palabras que consigan ver en voz alta
Al
fin de cuentas morir te lleva toda una vida
Como
vivir tener que morir casi que diariamente
Pero
no es con lágrimas que se lavan las heridas
La
próxima no será la primera vez que te quiero...
(Un
poco soy un palimpsesto de trazos diversos)
...Como
tampoco será la última vez que muero
(Man in
the bowler hat,1964, obra de René Magritte)
Versi intensi, e molto significativi, apprezzati
ResponderEliminarBuona giornata e un saluto, Carlos,silvia
Un soneto raro y hermoso en sentires.....saludos amigo.
ResponderEliminarA veces no hay donde ocultarnos
ResponderEliminarporque siempre al final uno vuelve al mismo sitio
Abrazos grandes Carlos
.
"Al fin de cuentas, morir te lleva toda una vida"
ResponderEliminarPrecioso : )
Un abraza.
Carlos, me ha gustado mucho. Me quedé ya arrebatada por esta primera frase: ''Buscaba una sombra donde ocultarme
ResponderEliminarCuando encontré esta forma de estar ausente'' mágica, como todo el poema. A veces necesitamos la luz de la sombra, es así.
Abrazo grande.
Grazie, Silvia, per la tua parole e alito ispiratore di sempre.
ResponderEliminarUn grande abbraccio
Muchas gracias, Sandra, y también raro es el sentimiento que me llevó a escribirlo.
ResponderEliminarAbrazo inmenso.
Muchas gracias, Precious, no hay escape ni ocultamiento posible de uno mismo. Tal cual. Ahí radica la sinceridad de este poema. Responde al momento en que fue escrito.
ResponderEliminarAbrazos y más abrazos.
La luz sombría. Bellísimo, Angie. En cuanto al poema así salió o así estaba yo cuando me salió escribirlo, dándole a un sentimiento forma de soneto...
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga, tantas como abrazos hasta Berlín.
Muchas gracias, Myriam, así salió... Por qué será que no siempre?
ResponderEliminarAbrazos hasta allá.
No es nada fácil hacer un soneto, la mayor parte de las veces se perpetran, pero no es este el caso, te ha quedado fantástico. Y como siempre con hallazgos: "morir te lleva toda una vida", "soy un palimpsesto de trazos diversos"...
ResponderEliminarGenial.
La próxima no será la primera vez que te quiero...
ResponderEliminarComo tampoco será la última vez que muero .
Me super encantó esto Carlos.
<3
Besos
A veces un texto literalmente es raro para quien lo lee pero los sentimientos que transmiten no, porque va intrínseco un instante de quien lo escribió.
ResponderEliminarSAludos.
Y me gustó escribirlo, Juan, porque es raro, como lo que uno siente en estos raros tiempos que nos han tocado en suerte...
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo!!
Eso es por eres una romántica irredimible, Laura.
ResponderEliminarAbrazo gigante, amiga!!
Impresionante comentario, Manuela. Nada que agregar, excepto que agradecido.
ResponderEliminarAbrazo hasta donde sea!!
Raros tiempos, Carlos, raros, raros... Pero quizá fue así siempre.
ResponderEliminarBuscamos vacíos... sombras, pero somos los elegidos para latir en versos y ser por un momento, morir en un verso o vivir todo un soneto. Somos más de lo que alguna vez fuimos.
ResponderEliminarUn soneto impoluto y muy intimista, amigo Carlos.
Mil besitos con cariño y feliz noche.
Tal cual, Juan, y en aguas del Leteo se nos lavó la memoria y no nos acordamos...
ResponderEliminarMuchas gracias, Auroratris, por tamaño comentario lleno de versos que ya quisiera haber escrito...
ResponderEliminarMil más para vos, amiga.
Morir es una costumbre y vivir una tortura... digo alguien por ahí.
ResponderEliminarUn soneto raro, pero muy acertado.
Abrazos.
ResponderEliminarLa próxima no será la primera vez que te quiero. Lo prometo.
Me quedé enganchada a ese "Cuando encontré esta forma de estar ausente", tal vez porque llevo un tiempo, demasiado ya, practicando diversas formas de estar ausente sin atreverme a estarlo del todo, que a veces creo que es lo que quiero realmente. Ay, no me hagas mucho caso, me volé con ese verso y volqué en él buena parte de mi presente, pasado y ojalá que no el futuro.
Un abrazo más que inmenso
Muchas gracias, Rafael, todavía conmovido por tu próximo poema-canción...
ResponderEliminarAbrazo grande.
Muchas gracias, Alís, por tan generoso-hermoso comentario... Seguro no lograrás permanecer demasiado tiempo ausente, ni por un rato siquiera lo intentes, porque a través de los resquicios de tu ocasional escondite algo de tu luz se filtrará para que te encuentren.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá, amiga. Idem.
En lo raro está a veces lo bello, lo especial, lo único.
ResponderEliminarComo ejemplo, la rareza de este poema.
Feliz viernes Carlos
Un abrazo amigo
Hermoso!
ResponderEliminarMe trajo recuerdos...
De nada sirve escaparse de uno mismo.
De nada sirve escaparse de uno mismo.
Veinte horas al cine pueden ir,
y fumar hasta morir.
Con mil mujeres pueden salir;
a los amigos los pueden llamar.
De nada sirve...
Ayyy querido Moris, fuiste un adelantado para tu tiempo!
Besos poeta.
Muchas gracias. Carmen. Rareza y belleza a veces riman. Sí. Lo raro es a veces como una puerta abierta a encontrar algo dentro, no?
ResponderEliminarAbrazos aún admirados, amiga, por los versos que acabo de leerte en tu blog.
Muchas gracias, Adriana, por siempre traerme de nuevo al camino de regreso a mi-nuestra historia. Moris de mi corazón. Qué síntesis de aquellos-estos años. Treinta minutos de vida. Toda una vida.
ResponderEliminarAbrazos una vez más agradecidos luminosa amiga!!
No es raro, es un soneto surrealista, bien influenciado por la obra del genio de Magritte.
ResponderEliminarMuy bueno Carlos. Otro punto en común que tenemos, la seguimos...
https://frodorock.blogspot.com/search/label/Esto%20no%20es%20una%20Etiqueta
Abrazo!
Ya lo creo, Frodo. Acabo de entrar y comentarla. Imperdonable no hacerla visto antes...
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo.
Abrazo inmenso.
“Tengo de sobra todo lo que me falta”... sencillamente genial, cada verso mejor que el anterior, seguiré pasando por aquí para leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Maru siempre...
ResponderEliminarAbrazo una vez más agradecido.
Un soneto rato, Carlos, pero muy bello e interesante.
ResponderEliminarUn placer recorrer tus letras.
Felicidades
Un beso
Raro
ResponderEliminarMuchas gracias siempre Ana... Efectivamente raro, pero también me gustó.
ResponderEliminarAbrazo más que grande. Y perdona la demora en contestarte.
Y este soneto, este me hizo sonreír, con esas sonrisas que empiezan en la cara y terminan en el corazón. La frase: "Tengo de sobra todo lo que me falta..." me ha gustado mucho, son de esas frases que me encantan y que alguna vez las musas han querido regalarme.
ResponderEliminarSi en el anterior soneto te he visto a ti, en este me he visto yo, me he sentido muy identificada.
Gracias Carlos, por haberme traído hasta estos dos sonetos imperdibles.
Un beso agradecido y disfruta del fin de semana.
Por la misma razón (que en mi respuesta anterior) quise que lo leyeras, también por mutua identificación. De ahí que suelo agradecer tanto el aliento como el acompañamiento como la influencia e inspiración que tienen en mí quienes comentan en mi blog. Es una suerte de ida y vuelta, no?
ResponderEliminarAbrazos y besos generosa y sensible, Prozac. De corazón.