(Imagen de Robert y Shana ParkeHarrison)
No sé
Casi no hablo
Siento apenas algo
Pienso de vez en cuando
Recuerdo poco
Olvido demasiado
Me río a veces
Dudo con creces
Sueño de a ratos
No soy siempre
Descreo mucho
Tampoco tanto
Si no discuto
Me espanto
Divago también
Entreveo harto
Suelo entender por qué
Atascado en la razón
Vivo desandando el mismo camino
Por el que viene a mí mi destino
Es una constante
Si tan sólo pudiera
Darme vuelta como un guante
A ver qué tengo dentro
No sé
Creo en el tiempo que hace relativa la realidad
Y que la vuelve dinámica no estática incluso no lineal
Lo cual no está ni bien ni mal
Pero es verdad
La soledad es libertad
Porque tiene escaleras que en todas las direcciones
Vienen y van
Aunque no sé
Por si te sirve de consuelo, yo tampoco sé, recuerdo demasiado y olvido más. O no: igual recuerdo poco y no olvido nada. O quien sabe.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Me sirve, claro, y mucho.
ResponderEliminarA veces deambulamos caminando sin saber hacia dónde vamos, y nos perdemos para encontrarnos después, amigo Carlos, a veces se recuerda demasiado, y otras se olvida demasiado pronto, a veces, nos diluimos como polvo entre la brisa queriendo desaparecer, otras veces necesitamos estar para sentir... somos tan duales las personas, tan extraños a veces, mi querido amigo Carlos.
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema, siempre me dejas pensando con tus entradas.
Besos enormes y feliz día, Poeta.
Muchas gracias María amiga por tus siempre generosas y alentadoras palabras como versos. Es cierto. A veces hasta deambulamos por los textos buscando sentidos y significados. A veces son tus propios textos los que te dejan pensando: cómo es posible que "eso" que les ves dentro no se haga visible para todos o en todo momento?
ResponderEliminarComentarios como el tuyo me alientan a seguir intentándolo, María poeta. Un fuerte abrazo una vez más agradecido.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarbello texto
ResponderEliminarMuchas gracias, Mucha. Todavía conmovido por tu última prosa... Gracias otra vez.
ResponderEliminar